El brasileño Kaká y el holandés Arjen Robben forman parte del grupo de 11 jugadores sobre los que pesa una tarjeta amarilla y tendrán que cuidarse en el campo en los cuartos del Mundial, el viernes en el Brasil-Holanda, si quieren jugar las semifinales.
En la misma situación que el astro del Real Madrid se encuentran en la auriverde Luis Fabiano, Juan y Felipe Melo, que podrían perderse la semifinal, ante el vencedor del Uruguay-Ghana, en caso de ser amonestados y derrotar a la «Oranje» en el estadio Nelson Mandela Bay de Port Elisabeth.
Kaká ya tuvo que perderse un partido por haber visto la cartulina roja, que siguió a una segunda amonestación en el partido que disputó Brasil contra Costa de Marfil (victoria 3-1 de la «canarinha»), en la segunda fecha del Grupo G del Mundial sudafricano.
Ante «La Naranja Mecánica», los brasileños echarán de menos a Ramires, la estrella del Benfica, tras haber visto una segunda tarjeta amarilla contra Chile, en partido de octavos de final (victoria de Brasil 3-0).
Holanda lo tiene aún peor, con nada menos que siete jugadores en peligro de ser sancionados con un partido si ven una amonestación contra la selección «auriverde».
El extremo Arjen Robben, que recibió una cartulina amarilla en la victoria de su combinado por 2-1 contra Eslovaquia en octavos, y el artillero Robin van Persie, también podrían perderse un eventual partido ante ghaneses o uruguayos para acceder a la final, si el árbitro japonés Yuichi Nishimura los amonesta.
Deberán tener cuidado, ya que el colegiado nipón ha evidenciado ser inflexible y mostró la primera tarjeta roja del campeonato, cuando envió a las duchas antes del final del partido al uruguayo Nicolás Lodeiro por doble amarilla.
Nishimura también dirigió el duelo en que España derrotó 2-0 a Honduras en la primera fase, pitando un penal a favor de la Roja que el artillero David Villa desperdició. La penal había llegado por una infracción de Emilio Izaguirre a Jesús Navas en el área grande.
Para el técnico brasileño Dunga, el temor a las amarillas es un peso extra contra el que deberán lidiar sus jugadores, especialmente en el caso de Kaká, su líder y generador de juego.
«Sí, es un problema, no quiero que sea suspendido. Vamos a hablar de ello con Kaká, eso le concierne», explicó el campeón mundial en 1994 con Brasil como jugador, agregando que «si los futbolistas técnicos son castigados y los que cometen faltas no, es lamentable».
Por su parte, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) anunció que para las semifinales, cualquier jugador que haya recibido una tarjeta amarilla en primera ronda, en octavos de final o en cuartos, cancelará el carácter acumulativo de dicha amonestación.
Esto significa que Kaká o cualquier jugador que sea amonestado en la semifinal podrá participar en la final en el estadio Soccer City de Johannesburgo el 11 de julio.