Somalilandia, región autoproclamada independiente del noroeste de Somalia y uno de los pocos lugares estables de este país asolado por una guerra civil, cerró hoy sus fronteras para las elecciones generales debido a la fuerte amenaza de insurgentes islamistas.
Los llamados shebab, que comulgan con la yihad (guerra santa) de Al Qaida, amenazaron con represalias a los habitantes que acudan a las urnas para elegir a su presidente y diputados.
«Aquellos que participen en estas supuestas elecciones sufrirán las consecuencias», advirtió el jueves el jefe de los shebab Ahmed Abdi Godane, alias Abu Zubair.
«No tienen más que dos elecciones: seguir el camino trazado por Alá o elegir este sistema democrático apoyado por el Occidente infiel. (…) Deben aceptar el camino de Alá», avisó el líder islamista.
De momento, las autoridades han cerrado las fronteras.
«Todas nuestras fuerzas controlan las fronteras. Los movimientos y transportes internos quedan prohibidos, con la excepción de los autorizados por la Comisión Electoral Nacional», anunció a la AFP el jefe de la policía, Mohamed Saqadi Dubad.
El aplazamiento, tres veces desde 2008, de las elecciones presidenciales provocó tensiones políticas en la región, pero de todos modos Somalilandia se caracteriza por su estabilidad y su relativa prosperidad económica, basada en la exportación de ganado.
La gran mayoría de sus 3,5 millones de habitantes pertenece al clan de los Isak, lo que ha contribuido a evitar el caos reinante en el resto del país, donde se han sucedido las guerras entre clanes antes de la irrupción de los shebab.
Las elecciones del sábado, justo 50 años después de la independencia de esta colonia británica, deben permitir a las autoridades de Somalilandia asentar un poco más el proceso democrático y reforzar sus esfuerzos de reconocimiento internacional.
Somalilandia se separó de Somalia en 1991 y desde entonces esta «república» intenta, en vano, obtener reconocimiento internacional.
Las conquistas de los últimos 20 años podrían desvanecerse debido a los shebab.
«Si los shebab toman Mogadiscio y hacen ondear la bandera negra sobre la presidencia, creo que bastará con unas semanas, ni siquiera meses, para que Somalilandia se hunda», estima un diplomático radicado en la región.
Los shebab controlan casi todo el sur y el centro de Somalia y ya golpearon el corazón de Somalilandia.
La existencia de este territorio contradice los planes de los islamistas, e incluso de una parte de los políticos de Mogadiscio, para una «Gran Somalia», que incluiría Somalilandia, la región vecina y semiautónoma de Puntland, así como parte del este de Etiopía y del norte de Kenia.