Solicito, pido y ruego


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“Cómo ser socios profesionales en el proceso educativo”, fue el tí­tulo de un artí­culo que escribí­ en marzo de 1985; hablo de la educación de los niños desde la concepción hasta los 4 años de edad. Creo que todos estamos de acuerdo en que los padres de familia son los primeros “maestros” de sus hijos; ellos son socios profesionales en el proceso educativo porque sin los estí­mulos adecuados y el calor del amor, al inicio de la vida del niño, es difí­cil que lleguen a la escuela con las mismas ventajas que otros niños. Se nota cuando se muestra una reproducción visual de un “árbol” de dentritas, conexiones a las neuronas.

Raymond J. Wennier

 


Los niños bien estimulados tienen un “árbol” con muchas ramas extendiéndose para alcanzar otras ramas que juntas pueden lograr nuevas y mejores posibilidades de hacer algo nuevo y que constantemente producen más oportunidades; sin embargo, los niños con muy poca estimulación desde el útero, muestran un “árbol” poco denso en ramas y muy pocas alcanzando otras ramas, son delgadas y a la vista parecen estar enfermas. El doctor Ricardo Restak, hace años, indica que el cerebro inmaduro es dependiente a estí­mulos sensoriales externos para asegurar un crecimiento, desarrollo y funcionamiento normales. Los padres tienen a su cargo proveer esos estí­mulos al bebé en el útero. Los padres tienen que hablar a los niños desde este momento y después de nacer. Un bebé de recién inicio en su vida ya está “hablando” cada vez que hace un “ruido”. Conforme va creciendo, cada mes, esos “ruidos” van en aumento y los padres de familia tienen que responder al habla de sus niños. Un niño que ha tenido el estí­mulo auditivo constante en su ambiente, desde los cinco meses de gestación, cuando inicia su poder de “escuchar”, va con ventaja sobre los niños que carecen de este estí­mulo. A los 4 años de edad, el que ha tenido el estí­mulo auditivo constante, ha escuchado alrededor de 30 millones de palabras, déficit que el niño que no ha sido estimulado, tendrá a la misma edad. Tan así­ es la importancia de la educación inicial que solicito al gobierno poner atención a esas necesidades. El cerebro tiene momentos de más rápido crecimiento (“spurts”) en los años intermedios. Por ejemplo, Piaget habla de los meses 3 al 10. Este crecimiento se encarga de madurar el cerebro para facilitar su papel en activar y controlar sus movimientos motores. Ese inicio de acciones motoras a esa edad son la base para el poder del balance posterior y la relación del cerebelo y el lóbulo prefrontal. Durante el tiempo de los 11 meses a los 2 años de edad, hay un crecimiento más lento, pero sí­ lo hay; el niño está practicando sus acciones y controles. Si el niño no cuenta con suficientes experiencias ricas de su entorno y con un ámbito de movimiento amplio, algunos de los controles no formarán redes comunicativas y por lo tanto su desarrollo será mucho menos que el normal. El doctor Herman T. Epstein ha explicado que el “spurt” de crecimiento cerebral entre los 2 a 4 años de edad está encargado de la maduración de los sentidos. Es oportuno mencionar que los sentidos pasan por varios filtros antes de llegar al área especí­fica; sin embargo, el sentido del olfato pasa directamente a la amí­gdala, área de emociones, sin pasar por filtros cerebrales. Todos hemos dicho “qué rico huele, tal o cual comida” porque se produce un estí­mulo emotivo, especialmente si es una receta de mamá que hace años no comemos. Pido al gobierno central tomar en cuenta los aspectos anteriores del crecimiento del niño. El doctor Liev Vigotsky habla de una integración del desarrollo del pensamiento y del lenguaje a esa edad, 2 a 4 años. Sin los estí­mulos suficientes para el desarrollo del pensamiento y del lenguaje el niño no podrá hacer las asociaciones entre los sentidos y la expresión de ellos para comunicarlas a otros niños. El pensamiento y el lenguaje regulan el intercambio social. Además, estos se emplean en la resolución de problemas. Lo notamos al observar a niños en juegos libres; se hablan constantemente y al darse cuenta de un obstáculo, buscan distintas formas de solucionar la situación (problema). Vigotski es conocido por su “zona de desarrollo próximo”. Es la diferencia entre el desarrollo real y el desarrollo potencial. Es como he indicado, por años, que “dada la oportunidad…” el niño aprenderá y por consiguiente habrá desarrollo de conocimientos y habilidades base para un aprendizaje adecuado. Ruego al gobierno central tomar en cuenta todos los aspectos anteriores para asegurar el buen desarrollo y crecimiento fí­sico-cerebral-emocional de los niños de temprana edad. El doctor Mihály Csí­kszentmilályi es conocido por su teorí­a de “Flow (fluir)”. El doctor describe “fluir” con “el hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí­ misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento, previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí­, y estás aplicando tus facultades al máximo”. Imaginen a un niño en este estado de ánimo, en una atención enfocada y van a ver a un niño aprendiendo sin miedo ni tensiones. La descripción anterior ha sido aplicada a hombres de negocios, sin embargo, yo la aplico a “hombres en desarrollo”, la edad inicial de los niños. La edad de los 0 a los 4 años, es un perí­odo de la vida del niño en la que quiere moverse, comunicarse, estar en constante búsqueda, relacionarse socialmente, etc. Los padres y las otras personas significantes en la vida del niño, sí­ son “socios profesionales en el proceso educativo”. Ahora no sólo solicito, pido y ruego a las autoridades, ahora exijo a las autoridades, ser GARANTES de todo lo anterior para el desarrollo equitativo de los niños. Es tiempo de reconocer y darles este derecho.