Soldados saquearon hoy el palacio presidencial de Malí, pocas horas después de derrocar al mandatario a sólo un mes de que terminara su período de gobierno.
Se podían escuchar disparos en diversas partes de la capital y se vio a soldados sacando televisores y otros artículos de la sede del gobierno luego del golpe anunciado por la televisión estatal.
Había reportes contradictorios sobre el paradero el presidente Amadou Toumani Touré. Un alto funcionario dijo que fue escoltado por sus guardias, quienes lo pusieron a salvo a un campamento militar. Otro negó ese reporte y dijo que estaba en esa base.
Los soldados amotinados impusieron un toque de queda a nivel nacional y advirtieron a los habitantes que no salieran a la calle hasta nuevo aviso.
Los cruces fronterizos fueron cerrados y un vuelo que se dirigía a Bamako debió regresar luego de que el aeropuerto fuera cerrado.
Los soldados dijeron que su intención era entregar el poder a un gobierno elegido democráticamente, aunque parece improbable que muchos malienses acudan a las urnas el 29 abril como estaba programado. Se esperaba que más de una decena de candidatos participaran, pero el mandatario ya no competiría porque ya cumplió el máximo de dos periodos.
Los soldados dijeron que estaban deponiendo al gobierno debido al mal manejo de una insurgencia separatista de la etnia tuareg en el norte del país. La rebelión creció cuando los combatientes que habían apoyado al difunto líder libio Moamar Gadafi regresaron a casa fuertemente armados.
El jueves por la mañana, un grupo de unos 20 soldados se mostraron en uniforme de faena alrededor de una mesa frente a la cámara.
Dijeron que suspendían la constitución de Mali y que disolvían sus instituciones. Malí está ahora bajo control del Comité Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDR).
«El CNRDR en representación de todos los elementos de las fuerzas armadas, las fuerzas de defensa y las fuerzas de seguridad ha decidido asumir sus responsabilidades y poner fin al incompetente y repudiado régimen de Amadou Toumani Touré», dijo su portavoz leyendo un comunicado. «El CNRDR de ninguna manera busca hacerse del poder, y juramos solemnemente devolver el poder a un presidente elegido democráticamente tan pronto como se restablezca la unidad nacional y la integridad territorial».
Nigeria, la Unión Africana y el bloque regional ECOWAS condenaron el golpe en Malí.
La serie de eventos que culminaron con el golpe de Estado empezó el miércoles por la mañana en un campo militar en la capital, durante una visita del ministro de Defensa, el general Sadio Gassama.
En su discurso a las tropas, el ministro no pudo responder a las quejas de los soldados, enojados por el manejo por parte del gobierno de la rebelión tuareg.
La insurgencia ha cobrado la vida de muchos soldados, y a quienes son enviados a luchar, no se les dan suficientes suministros, incluidas armas o alimentos. Sus viudas no han recibido indemnización.
Los reclutas comenzaron a disparar al aire el miércoles y apedrearon el coche del general mientras salía corriendo. Por la tarde, los soldados habían rodeado la televisora estatal en el centro de Bamako, tirando las señales de televisión durante más de siete horas.
Para la noche del miércoles, las tropas habían comenzado los disturbios en una guarnición militar ubicada en la ciudad norteña de Gao, a unos 2.000 kilómetros de distancia.
Una periodista independiente sueca que conducía hacia su hotel cerca de la televisora alrededor de las 4 de la tarde del miércoles, dijo que los camiones llenos de soldados habían rodeado las instalaciones de la televisora nacional.
«Vimos un par de camiones con militares dentro. Llegaron y empezaron a levantar retenes. Había militares en las calles deteniendo a la gente», dijo Katarina Hoije. «Cuando llegamos al hotel, justo frente a la televisora, había muchos militares afuera y seguían llegando carros, camionetas también, con soldados».
Un soldado del palacio, quien pidió no ser identificado por no tener autorización de hablar con la prensa, dijo que la guardia presidencial no había logrado repeler a los soldados renegados que irrumpieron.
El golpe de Estado es un revés importante para una de las pocas democracias establecidas en la región. El presidente depuesto llegó al poder en un golpe en 1991, pero fue aclamado por entregar el poder a manos civiles. Una década después, se postuló y ganó las elecciones democráticas de 2002. El segundo período de cinco años de Touré, de 63 años de edad, terminaba el mes entrante.