El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, esperaba hoy una respuesta escrita de Irán a la oferta de cooperación de seis potencias implicadas en el contencioso nuclear iraní, en medio de la amenaza de nuevas sanciones contra Teherán.
«Por el momento no nos llegó nada», dijeron poco antes del mediodía fuentes cercanas a Solana, en referencia a una supuesta carta de respuesta de las autoridades iraníes.
«La última vez que nos llegó un documento, pasaron seis horas entre el momento del anuncio de su llegada y su presentación, ya que fue necesario traducirlo y enviarlo» a las capitales, agregaron las fuentes, luego de que un medio de prensa iraní afirmarse que la respuesta había sido entregada por la mañana.
De su lado, una fuente del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de la República Islámica indicó que Irán entregó hoy a Solana un mensaje que no es una respuesta a la oferta de las seis grandes potencias para solucionar la crisis sobre el programa nuclear iraní.
«El mensaje entregado hoy no es una respuesta de Irán a las seis naciones», dijo esta fuente, que pidió no ser identificada, aunque no aportó precisiones sobre el contenido.
La oficina de Solana había informado ayer que el negociador iraní Said Jalili dijo en una conversación con el diplomático europeo que Irán suministraría hoy por escrito una respuesta a la oferta de las potencias.
Las seis grandes potencias (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China) involucradas en las discusiones sobre el programa nuclear iraní advirtieron a Teherán ayer que impulsarán nuevas sanciones de la ONU contra ese país si no reciben una respuesta positiva a la oferta de cooperación.
«Hemos concluido que en la ausencia de una respuesta positiva, no tendremos otra opción que tomar nuevas medidas», dijo el portavoz del Departamento norteamericano de Estado, Gonzalo Gallegos, tras una conferencia telefónica entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.
Sin esperar la respuesta de Teherán, la Unión Europea (UE) ya decidió aplicar con firmeza las sanciones impuestas por la resolución 1803 de la ONU, yendo más allá de lo que prevé el texto en sentido estricto.
La UE decidió así restringir los apoyos financieros públicos para los intercambios con Irán y extender los controles marítimos a todas las cargas consideradas sospechosas, con destino o en procedencia de Irán.
La oferta de las seis potencias contiene medidas de cooperación económica y política. Pero las discusiones sobre su contenido están condicionadas a la suspensión por parte de Teherán de sus actividades de enriquecimiento de uranio, que Occidente teme tengan como objetivo la fabricación de la bomba atómica.
Irán ya fue objeto de tres series de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU por la misma razón: su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio.
Las seis grandes potencias implicadas en discusiones sobre el programa nuclear iraní mantendrán mañana una conferencia telefónica para sacar conclusiones sobre la respuesta que dé Irán a su oferta de cooperación, indicó el portavoz del departamento de Estado estadounidense, Gonzalo Gallegos.
Jerarcas «de los 5 1 previeron una conferencia de prensa hoy», una vez que hayan recibido y analizado la respuesta de Irán, dijo Gallegos a la prensa.
El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, dijo esperar una respuesta escrita de Irán a la oferta de cooperación de seis potencias implicadas en el diferendo por su programa nuclear, en medio de amenazas de nuevas sanciones.
La oficina de Solana había informado ayer que el negociador iraní Said Jalili dijo en una conversación que Irán suministraría hoy por escrito una respuesta a la oferta de las potencias.
Las seis grandes potencias (EEUU, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China) involucradas en las discusiones sobre el programa nuclear iraní advirtieron a Irán ayer que impulsarán nuevas sanciones de ONU en su contra si no reciben una respuesta positiva a la oferta de cooperación.
La oferta de las seis potencias contiene medidas de cooperación económica y política. Pero las discusiones sobre su contenido están condicionadas a la suspensión por parte de Teherán de sus actividades de enriquecimiento de uranio, que según Estados Unidos tienen como objetivo fabricar bombas atómicas.
Irán niega esta versión, y afirma que el programa tiene fines pacíficos.