¡BASTA, la violencia NO puede dominarnos!
El mundo del siglo XXI es globalizado. Hay tres elementos principales que lo señalan, la economía, las comunicaciones y las personas. Obviamente las personas son el motor que mueve las primeras dos, sin embargo, destaco al ser humano, persona, por su singularidad de pensar, analizar y tomar decisiones en asuntos que le afectan en lo personal y a las otras personas que están en su entorno físico y virtual. Por lo consiguiente, al discutir el tema de las drogas hay que analizar el estado de las situaciones, globalmente, a nivel mundial, con una economía global y la diversidad de culturas que conviven hoy día. Cada cultura presenta su particularidad de creencias religiosas como una manera de expresión cultural, sumada a otras formas culturales propias y su relación a la producción y consumo de drogas. Si queremos analizar globalmente la problemática, no se puede focalizar la discusión de las drogas a un solo país o región como EE.UU., Centroamérica, Sur América, Asia, Europa. Un amigo español me dio el siguiente ejemplo: España produce mucho vino en el Sur, es legal tomar vino, sin embargo, es ilegal producir mariguana (hashish) y coca. Fronteriza con España está Marruecos donde es prohibido tomar vino y es ilegal producir y usar hashish o mariguana y coca, sin embargo, son aceptadas (las drogas) por la cantidad de personas que las consumen, especialmente los turistas. Trasladando el ejemplo anterior a los EE.UU., localidad más próxima, puedo apuntar que la sociedad americana está formada, hoy día, por una diversidad de personas económicamente activas con el poder de comunicarse con otras personas en una relación influenciada cultural y religiosamente. Otro ejemplo de cómo un país trata el tema de las drogas es Singapur. Ese país está libre de la venta y consumo de las drogas ilícitas. Singapur tiene cero tolerancia, y lo demuestra con el ejemplo de lo sucedido a un joven de una familia adinerada de Australia que entró al aeropuerto y en su equipaje le encontraron drogas. Después de ser arrestado, les hablaron a los papás del joven. Ellos pidieron disculpas, ofrecieron castigarlo a su regreso y rogaron a las autoridades de Singapur enviar al hijo de regreso. Así se hizo, lo enviaron en una bolsa, pero muerto. ¡Cero tolerancia! Sin embargo, los jóvenes pueden tomar todo el alcohol que desean en las fiestas escolares.
A continuación quiero referirme en una parte, a aspectos que demuestran la situación sociológica actual de las drogas y en otra, a los aspectos a considerar para una propuesta factible y combatir su uso. A un extremo de la línea está la economía en la que las drogas son tratadas por un lado, considerando la oferta y la demanda, el costo de producción, transporte, macro venta y venta al consumidor local individual, la posibilidad de recaudar impuestos si las drogas son legalizadas, ahorro de mucho dinero invertido en la lucha contra las drogas; trata el asunto de las drogas con acciones a corto plazo, apuntando más a los efectos monetarios y, además, piden que sea descriminalizada la venta y uso de las drogas. Dicen que haciendo esto se elimina o minimiza la corrupción e influencia negativa en los gobiernos para facilitar el «trafficking» de las mismas. Al otro extremo se encuentra la EDUCACION. Hay una inversión en la prevención del uso de las drogas, se muestra el efecto neurológico del uso y abuso de las drogas y su efecto negativo en la persona y para toda la sociedad. El humanismo es un extremo y lo económico el otro. El crecimiento personal de las personas que usan drogas está en peligro, sus acciones fuera de balance lo demuestran en la degeneración del individuo y de la sociedad. Llevar al extremo cualquiera de los dos aspectos, tiene sus grandes riesgos. Ahora bien, ¿Cómo podemos atender el tema de las drogas en forma integral? Como ahora no hay señales de tratar integradamente el problema de las drogas, hay que formular un esquema de COMUNICACIí“N acerca de los efectos económicos y los efectos a la persona, sobre todo comunicar a los jóvenes en edad escolar y a los adultos en su lugar de trabajo, cómo participar en un programa de PREVENCIí“N. Los gobiernos tienen que poner igual énfasis, prioridad, tanto a lo económico como a la persona, en cada área, que ya no haya extremos sino una INTEGRACION de esfuerzos. En las escuelas, hay que tener un currículo de FORMACION PERSONAL como parte de la estructura en la que se trate el tema de las drogas. De igual forma, en el lugar de trabajo para que no merme la producción. Para poder hacer lo anterior, hay que HABLAR, HABLAR y HABLAR sobre el por qué las personas experimentan con las drogas para poder atacar las causas y no simplemente el resultado. ¡Eso no es fácil de llevar a cabo! Es educar y la educación da resultados a largo plazo. Hay que volver lo negativo a externalidades positivas económicas/personas, para que haya una sociedad balanceada. ¿Qué queremos, educar generaciones de hombres conscientes o recaudar más impuestos? Las grandes decisiones hay que pensarlas anteponiendo el bien común al bien individual y que la persona aspire a SER más y no sólo a TENER más.