Los militantes socialistas franceses votan hoy para decidir quién será su candidato en los comicios presidenciales de 2007, unas elecciones primarias internas que Segolene Royal, la gran favorita, espera ganar en la primera vuelta.
Más de 210 mil afiliados socialistas franceses decidirán quién les representará en las presidenciales de 2007, en una votación interna que despertó una gran expectación en el país.
La consulta comenzó ya en algunos centros, aunque la mayoría de las 4 mil instalaciones habilitadas abrirán sus puertas a las nueve de la mañana y cerrarán a las tres de la tarde (hora de Guatemala).
Se prevé que la primera estimación sobre la participación esté disponible a partir de las cinco de la tarde (hora de Guatemala), y posteriormente los primeros resultados, que indicarán si es necesaria una segunda vuelta, según la dirección del partido. Los resultados semioficiales deben ser anunciados entre las 03H00 y las 04H00 GMT.
La recta final de campaña de los tres precandidatos socialistas, Royal y sus contrincantes Dominique Strauss-Kahn y Laurent Fabius, se cerró con un aumento claro de golpes bajos, más propios de rivales políticos que de compañeros de partido.
Normalmente ajena a las críticas que recibe, Royal, de 53 años, no dudó en denunciar el comportamiento «machista» de sus dos adversarios, quienes se vieron obligados a defenderse y a recordar a su popular rival que sus acusaciones «sin pruebas» ensucian la lucha feminista.
Fabius y Strauss-Kahn, ex primer ministro y ex titular de Economía respectivamente, reprochan a Royal su «ignorancia» en temas claves del proyecto socialista o en cuestiones claves de política exterior, así como su «falta de experiencia», su «demagogia» y su «peligrosa» inclinación hacia la derecha, puntos débiles que la candidata compensa con un gran aprecio por parte de los ciudadanos.
«Â¿Quién cuidará de los niños?», se preguntó irónicamente Fabius, refiriéndose a Royal, compañera sentimental del primer secretario socialista, Franí§ois Hollande, y madre de sus cuatro hijos.
«Tendría que haberse quedado en casa en lugar de leer sus fichas de cocina en público», comentó despectivamente Strauss-Kahn, refiriéndose al desconocimiento de política internacional de la aspirante a presidente.
Es difícil calcular cómo estas críticas han afectado a Royal, cuya popularidad, fulgurante en los últimos meses, disminuyó las últimas semanas, aunque la diputada podría lograr todavía la mayoría absoluta.
Según el último sondeo Ipsos publicado el jueves por el semanario Le Point, 66% de los encuestados se pronunciarían a favor de Segolene Royal, 24% por Strauss-Kahn y 10% por Fabius.
Mientras la líder socialista, exhausta tras la campaña, sueña con conseguir más del 50% de los votos y salir elegida en la primera vuelta, Strauss-Kahn y Fabius confían en pasar a una segunda ronda el próximo 23 de noviembre y, gracias a alianzas, derrotar a Royal.
Royal, que podría convertirse en la primera presidenta de la historia de Francia, se ha esforzado en representar una renovación del socialismo francés, un partido a la deriva desde su derrota estrepitosa en la primera vuelta de las presidenciales de 2002.
En un momento en que las mujeres logran el poder en Chile y Alemania, la líder socialista está considerada como la única personalidad política de izquierda capaz de derrotar a Nicolas Sarkozy, actual ministro de Interior y gran favorito de la derecha, en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales de mayo de 2007.
La UMP, principal fuerza política de Francia, elegirá a su candidato a principios de 2007 en un congreso en el que votarán los afiliados a la formación.
Los franceses elegirán un nuevo jefe de Estado para los próximos cinco años el 22 de abril y celebrarán una segunda vuelta el 6 de mayo.
En menos de un año, esta diputada y presidenta regional de la región de Poitou-Charentes (suroeste) se ha convertido en la favorita de la izquierda para las elecciones presidenciales del 2007 y en la primera mujer con posibilidades de convertirse en jefa de Estado en Francia.
A sus 53 años, Royal, compañera sentimental del primer secretario del Partido Socialista, Franí§ois Hollande, y madre de sus cuatro hijos, desea encarnar una renovación de la izquierda.
Según los sondeos, Royal es hoy en día la única política capaz de derrotar a Nicolas Sarkozy, titular de Interior y favorito de la derecha, y de dar un nuevo ímpetu a su partido, que ha vagado errante y dividido tras su derrota flagrante en las presidenciales de 2002.
Apoyándose en una idea de democracia participativa, Royal ha lanzado ideas revolucionarias durante su campaña como la de crear jurados populares para evaluar la gestión de los poderes públicos, que le han valido duras críticas de sus compañeros de partido.
Menuda, bonita, elegante y sonriente, Royal nació en Dakar (Senegal), donde su padre estaba destinado como militar y recibió una educación muy estricta.
Apodada a menudo la «Zapatera», en referencia al presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Royal es acusada a menudo de inclinarse a la derecha, de ser demagoga y de haber mostrado en sus debates públicos su falta de experiencia y aplomo.
Sin embargo, ella defiende su imagen de mujer moderna y pide ser juzgada por sus actos.
Royal, diplomada en Economía y Ciencia Política y alumna de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA), fue colaboradora del ya fallecido presidente socialista, Franí§ois Mitterrand. A partir de 1988 ha sido elegida y reelegida diputada y también ocupó las carteras de Medio Ambiente, Enseñanza escolar y Familia e Infancia.
Dominique Strauss-Kahn
Defensor de una «socialdemocracia moderna», Dominique Strauss-Kahn, ex ministro de Finanzas de 57 años, se vanagloria de no prometer cosas que no puede cumplir y de ser «la mejor muralla contra la derecha» en las elecciones del 2007.
Según los sondeos, ha sido el aspirante socialista que más se benefició de la campaña de las últimas semanas, en las que apareció como el precandidato con más seguridad en sí mismo, don de palabra y experiencia.
Europeo convencido, Strauss-Kahn defiende una Unión Europea ampliada y fuerte y cuenta con alrededor de un 30% de intenciones de voto en las elecciones internas del próximo jueves.
Si fuera elegido candidato, este político prometió ser «un presidente capitán y no un monarca republicano».
Frente a la imagen de revolución socialista que encarna Royal, Strauss-Kahn prefiere ser visto como un hombre serio y de gran rigor moral, que dimitió de un cargo público en 1999, la víspera de ser acusado en un escándalo del que salió finalmente libre de toda culpa.
Laurent Fabius
Laurent Fabius, ex primer ministro de 60 años, se ha convertido en el abanderado de los socialistas más inclinados a la izquierda, contrarios a una Europa liberal, a la Constitución continental o a la adhesión de Turquía.
Considerado el hijo predilecto de Mitterrand, fue uno de los jefes de gobierno más jóvenes de la historia de Francia, con 37 años, y afirma ser el único candidato socialista capaz de unir a toda la izquierda.
Sin embargo, según los sondeos, es el aspirante menos popular dentro del partido socialista y el que menos votos recibirá el próximo jueves, aunque él está convencido de disputar una segunda vuelta frente a Royal el 23 de noviembre.
Fabius predica un aumento del salario mínimo y defiende la jornada laboral de 35 horas semanales.