Socialismo sin estatización


Cambios. El presidente Rafael Correa ha impulsado fuertes cambios en Ecuador durante su corto mandato.

Ecuador promoverá su propio socialismo a través de la nueva Constitución sin copiar el de otros paí­ses ni reencauchar el «estalinismo económico», dijo el ministro de gobierno, Gustavo Larrea, en una entrevista.


«Todos aquellos proyectos que son copia, cálculo o novelerí­a están destinados al fracaso», afirmó Larrea al esbozar las lí­neas generales del plan económico y polí­tico que impulsará el gobierno de Rafael Correa en la Asamblea que redactará una nueva Constitución.

«Nosotros no vamos copiar ningún modelo, crearemos uno propio, a la ecuatoriana, con absoluta autenticidad», sostuvo el funcionario, enfatizando en que las semejanzas con el proceso venezolano corresponden a un «estigma».

Con una popularidad récord del 76%, Correa impulsa la integración regional con los que llama gobiernos progresistas de Argentina, Bolivia, Chile, Brasil, Uruguay y Venezuela.

El mandatario, que gobierna con una debilitada oposición, se ha propuesto enterrar el neoliberalismo reforzando el papel del Estado en la economí­a, recortando los poderes del Congreso y despolitizando tribunales y organismos de control.

Larrea indicó que a través de la nueva Constitución -que empezará a ser redactada en diciembre- «Ecuador (el quinto productor sudamericano de petróleo) va hacia un nuevo modelo económico que el presidente Correa ha resuelto llamar socialismo del siglo XXI».

«Pero no es socialismo de los siglos XIX o XX. No es estatismo. Estamos muy lejos de las visiones estalinistas de que el Estado debe ser dueño de los medios de producción», agregó.

En ese sentido, indicó que el proyecto de Correa plantea una «sociedad de propietarios en el que se multiplicará la vivienda, las pequeñas y medianas empresas a través del crédito».

«Nuestro modelo es productivo, no queremos un Estado que se base en la renta petrolera, sino en la producción agrí­cola, industrial, artesanal, y minera», manifestó.

La derecha, que integró la mayorí­a en el Congreso hasta marzo, cuando fueron destituidos 57 diputados por un controvertido fallo electoral, asegura que Correa sigue los pasos del lí­der venezolano, Hugo Chávez, concentrando todos los poderes, ahuyentando la inversión extranjera y amedrentando a la prensa.

Según Larrea el gobierno, al oponerse al neoliberalismo, no está cayendo en su antagónico histórico, el comunismo, y por el contrario multiplicará la «inversión privada, nacional e internacional sin privatizar salud, educación y vivienda».

Sin embargo, el ministro prevé ajustes en las reglas para la inversión extranjera en los campos petrolero y minero. «No es posible que haya contratos en los que el Estado ecuatoriano tenga una participación del 20% y la empresa inversora el 80%, nosotros queremos una relación como en cualquier otra parte del mundo».

En ese sentido, precisó que «en las nuevas contrataciones petroleras variará el porcentaje dejando para la empresa privada el 20 ó 30%, y el 70 u 80% para el Estado».

Los ecuatorianos elegirán el 30 de septiembre a los 130 asambleí­stas que redactarán la nueva Constitución que deberá ser sometida a plebiscito antes de que entre en vigor.