Sochi 2014, unos Juegos más «blancos» que «verdes»


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Sochi (Rusia), 4 feb (dpa) – Sochi 2014 no será recordado por las organizaciones ecologistas por ser unos «Juegos Verdes», pese al intento de los anfitriones por demostrar que el cuidado del medio ambiente figura en su agenda.

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Por Ulf Mauder AGENCIA DPA

A tres días del inicio de los Juegos Olímpicos de invierno, los escombros se acumulan en cada esquina de la ciudad rusa, pero ese es apenas un problema menor para los ambientalistas.

Agrupaciones internacionales como Greenpeace o el Fondo Mundial para la Naturaleza, así como entidades locales, denuncian una brutal destrucción de la fauna y flora que habita en la turística región rusa ubicada entre el Cáucaso y el Mar Negro.

Las organizaciones advierten sobre la existencia de numerosos basurales sin autorización en la región, algunos de ellos con residuos altamente tóxicos, por no mencionar los traslados forzosos a los que se vieron sometidos residentes de la zona.

El ruso Alexei Kisselyov, experto de Greenpeace en sustancias contaminantes, sostiene que las obras fueron realizadas sin contemplar los estándares ambientales internacionales y sin la supervisión de especialistas en el tema y advierte por la contaminación del aire producida por la quema de residuos tóxicos.

En una carta dirigida al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, varias organizaciones señalaron que las autoridades rusas intentan bloquear investigaciones independientes sobre el medio ambiente.

Las organizaciones protestan desde hace semanas por la detención del ecologista y geólogo Yevgeni Vitishko, condenado a tres años de cárcel por realizar un reclamo contra la remoción de sedimentos en los ríos de montaña de la región.

Las agrupaciones aseguraron a Bach que todo aquel que denuncie atentados contra la naturaleza pone en riesgo su libertad y señalaron que otros activistas también son perseguidos en Rusia.

El político opositor Alexei Navalni plantea que pocas obras generaron más daños que el camino que une la costa del Mar Negro en Sochi con la región montañosa de Krasnaya Polyana, en el Cáucaso Occidental, donde se realizarán las competencias de nieve.

La obra requirió el desmonte de 150 hectáreas de bosques, mientras que la remoción de sedimentos alteró el cauce del río Mzymta, lo que provoca que cada vez más agua fluya hacia el Mar Negro y se destruyan algunos sectores de playas.

Navalni advierte sobre el peligro que la destrucción de los bosques implica para especies como los ciervos y los osos y asegura que el desmonte ha deteriorado los suelos y provocado graves desprendimientos de tierra.

 El político además indica en su sitio web que existen unos 50 basurales en Sochi y los alrededores. Según Navalni, los informes de investigadores independientes alertan sobre la contaminación del suelo y de fuentes de agua potable que ello implica.

Las autoridades de Sochi, en cambio, creen que las críticas son infundadas.

«Siempre que se hacen obras se afecta el paisaje, pero se está recultivando en todos lados», aseguró Danila Ovcharov, integrante del comité organizador de los Juegos que comienzan el viernes.

Ovcharov señaló que por cada árbol talado se plantaron más de tres nuevos, es decir unos 200.000, y recordó que los Juegos disponen también de una ultramoderna instalación para el tratamiento de residuos.

El arquitecto Oleg Kharchenko aseguró que «no hay otro lugar en Rusia que cumpla con los estándares ambientales internacionales» como el parque olímpico de Sochi.

«Esto antes solía ser un gran pantano, lleno de edificios obsoletos. No se veía bien para nada y no era un lugar en el que quisieras vivir. Creamos una ciudad totalmente nueva», sostuvo.

Además, dijo que se lanzaron a los ríos millones de peces y que un programa desarrollado por Sochi permitió que tres parejas del amenazado leopardo caucásico encuentren un refugio.

Pero también habrá otros problemas. Las temperaturas templadas de la subtropical Sochi, la región más cálida de Rusia, podrían demandar un enorme uso de energía, mayor al de otros Juegos de Invierno.

Y en caso de que no haya suficiente nieve, cientos de cañones están listos para entrar en acción. Porque según las organizaciones, el presidente ruso, Vladimir Putin, no espera que sean unos Juegos «verdes», sino esencialmente «blancos».

Putin juega
con leopardo

Por STEVEN R. HURST y NATALIYA VASILYEVA, 
SOCHI,
Agencia AP

Vladimir Putin, amante de las actividades al aire libre y presidente ruso de mano dura, presentó hoy una imagen tierna a pocos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Putin visitó un santuario para leopardos persas, una especie en peligro de extinción, y jugó con algunos cachorros nacidos el verano pasado en las montañas aledañas a Sochi, sede de los Juegos.

«Decidimos salvar la población del leopardo persa debido a los Juegos Olímpicos», dijo Putin. «Digamos que debido a los Juegos Olímpicos, recuperamos sectores de la naturaleza».

Putin entró a la jaula y acarició al leopardo en la cabeza. «Nos caímos bien», bromeó.

Parece que a los leopardos no les cayeron tan bien los periodistas, ya que el felino arañó a uno en una mano y mordió a otro en una rodilla, reportó la agencia rusa de noticias.

La primera aparición de Putin en la recta final hacia los Juegos fue diseñada para mostrar una conciencia ambiental relacionada con la justa. El santuario de leopardo fue creado hace cinco años como un proyecto relacionado con los Juegos.

Los leopardos viven en el Parque Nacional de Sochi, entre el balneario de Sochi y las sedes de las pruebas alpinas en el Cáucaso. Parte de la población nueva de leopardos será liberada el próximo año para tratar de repoblar el sur de Rusia, donde se extinguieron en la década de los 70.