Sobre los despidos injustificados


El periodista David G. Savage, en un interesante reportaje en el Diario Los íngeles Times, de fecha 25 de enero de 2009, le brinda a los que deseen aprender, la oportunidad de educarse en algo que han probado ser devastador en nuestro paí­s. «La venta o entrega de empleos a cambio de la ayuda en las campañas electorales». No me refiero al señor Presidente nominando a personas de su entera confianza para constituir su gabinete y en algunos puestos claves en su administración. No, que va, me refiero al despido indiscriminado en otros puestos claves sostenidos por personas que han probado ser competentes y que han logrado con su forma de ser, que la máquina del gobierno trabaje más asentadita. No voy a elaborar, porque el pueblo de Guatemala sabe exactamente de lo que hablo. Es común, no creo sea contra la ley, pero es devastador para el sistema. No con esto voy a defender a los que sin ninguna preparación o tí­tulo profesional, ocupan puestos bien remunerados, que con su ineptitud han generado controversias, ignoradas por los que los protegen.

Byron Quezada, Los íngeles, California

El artí­culo indica que la Corte Suprema de este paí­s, ha aceptado revisar la Ley de Corrupción Pública. Es un crimen federal dar empleos públicos a trabajadores de las campañas electorales.  El encargado o representante del Alcalde de Chicago Illinois, Robert Sorich y tres de sus empleados, han sido convictos de este crimen, ellos están apelando y la Corte Suprema de la nación ha aceptado revisar la ley. Es ésta, una de las leyes más respetadas en los Estados Unidos. Los que se envuelven en este deber cí­vico son miles, muy pocos lo hace por interés personal, conocen las leyes. El señor Sorich y sus ayudantes, fueron convicto de los cargos de Honest service fraud. Fraude en servicio honesto, por haber dado a muchos trabajos basado en patrocinio polí­tico y nepotismo. Cargos que apelaron a la corte suprema estatal, ésta decidió dejar intactos. No obstante se pudo comprobar que estos señores no recibieron mordidas, favores especiales o ninguna compensación económica a cambio. El congreso de Illinois ni los legisladores han hecho ilegal dirigir trabajos a personas con conexiones polí­ticas. La corte suprema estatal dijo que Sorich y sus secuaces se habí­an enfrascado en un fraude masivo para defraudar a la gente de Illinois, al organizar este ilegí­timo oscuro esquema de empleos.

Los abogados de Sorich y los otros dos acusados, están apelando en base a que no se recibieron mordidas, y que el crimen cometido no llegaba a un crimen federal. La  Corte Federal decidió en puertas cerradas recibir a estos abogados, porque han habido muchas quejas de que esta ley de fraude en servicio honesto, no está muy bien definida, pues no se necesita mucho para encontrar culpable de corrupción a alguien, y las autoridades federales han hecho de esta ley la favorita para combatir la corrupción pública. Para conseguir la convicción de alguien, los acusadores no necesitan recibir mordidas, o que los que pagan impuestos sufrieron alguna pérdida. Para combatir la corrupción pública el congreso de la nación en 1988, expandió la ley de antifraude público, para proteger el derecho del pueblo a un gobierno honesto. ¿Acaso Guatemala no tiene derecho de tener un gobierno completamente honesto? Las leyes nacen en el Congreso, ya hay que empezar a germinar una, ya es tiempo.