Sobre la venta de los bonos


Prácticamente todos los gobiernos financian su deuda vendiendo bonos. Tradicionalmente, el Estado de Guatemala ha sido sumamente responsable en el cumplimiento del pago de su deuda pública, esto por supuesto incluye los bonos que ha emitido en moneda local, es decir en quetzales, como los que ha emitido en dólares.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Cuando el Estado de Guatemala saca a la venta Bonos del Tesoro casi siempre se venden de forma acelerada y los compran quienes más han criticado la medida; es decir, la cúpula económica que es la que tiene los recursos para comprar esta deuda, haciéndolo de forma indirecta a través de los bancos privados locales o si los bonos han sido colocados en dólares, a través de los bancos del exterior.

En paí­ses desarrollados como Estados Unidos se ha creado un sistema para que no sean los más ricos los únicos que inviertan en bonos del Estado, por ello un 20% de los Bonos del Tesoro norteamericano se venden de forma directa principalmente a los retirados, para que estos puedan, en pequeñas cantidades, adquirirlos y complementar sus ingresos o fondos de pensión y de retiro.

En Guatemala deberí­a de crearse un sistema que permitiera mayor acceso y es responsabilidad de la Junta Monetaria el proponerlo, por ser la entidad económica donde constitucionalmente está representado el Estado, el sector privado y la Universidad de San Carlos.

El sistema que deberí­a de existir serí­a primero, calificar a los Bonos del Tesoro que se emitan como tí­tulos de primer orden, creando y estimulando un mercado secundario en la compraventa de los mismos en la Bolsa de Valores.

Segundo, estableciendo que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social puede, en lugar de ir acumulando sus reservas técnicas en quetzales o dólares en los bancos privados, invertir en bonos, evitando mantener todas sus inversiones a una tasa de interés normalmente menor a la que devengan los Bonos del Tesoro, estableciéndose el derecho a favor del IGSS de adquirir hasta un 30% de la emisión de bonos, de preferencia no concentrando su compra a un solo plazo.

Qué bueno serí­a que fuera el IGSS el que estuviera recibiendo una tasa del 9% a quince años, otra del 8.5% a diez años y una del 8 y 7.5% a cinco y siete años. Si se comparan las tasas que devengan las reservas técnicas actualmente, se comprobará que existe un margen positivo o diferencial entre lo que se está pagando al IGSS en los bancos con lo que percibirí­a en los Bonos del Tesoro.

Tercero, en el paí­s, salvo raras excepciones como el Banco de Guatemala, el plan de pensiones particular del IGSS para sus ex trabajadores y el Plan de Pensiones de la Usac, las pensiones que se otorgan son extremadamente bajas, por ello serí­a un acto adecuado que el 10% o el 20% de los bonos se colocaran como inversiones disponibles para compra de personas que sobrepasen los 60 años, fijándole los mismos intereses que las subastas, a un plazo de compra de seis meses máximo para que aquellos bonos que no fueran suscritos pudieran ser adquiridos por otros inversionistas y así­ darle la oportunidad a los miembros de la tercera edad para que sus ahorros sean rentables y no se pierdan como ha sucedido lamentablemente en los depósitos del Banco Empresarial, bancos gemelos, Banco del Café y otras muchas entidades financieras donde el dinero de muchos guatemaltecos se ha esfumado.