La Constitución Política de la República le asigna un presupuesto equivalente al 5% de los ingresos ordinarios del Estado, que por diversas situaciones políticas no se ha cumplido a cabalidad en varios años. Desde hace poco más de una década han existido intentos solapados de privatizar la educación superior. Siempre se inició con un incremento de la matrícula estudiantil, en 1996 fue de Q115.00, en 2008 se pretendía llegar a Q650.00. No se duda que la Usac necesita más recursos para invertir en la educación superior, pero la manera de hacerlo es dándole justamente lo que la Constitución le asigna. En cuanto al examen de admisión y el plan de repitencia, éstos son necesarios para mejorar el nivel académico de los futuros profesionales. Pero solamente deben ser para eso, no para privatizar. Algunos piensan que sería mejor privatizar la Usac para liberar recursos para otras necesidades, pero el estudio también es una necesidad fundamental. En un país que tradicionalmente no facilita el acceso a satisfacer las necesidades básicas de la población, todavía se pretende privatizar lo poco que aún tiene disponible. Ese no es el camino, pero la Usac sí tiene que hacer lo posible por mejorar el nivel académico de sus estudiantes y profesionales.