Sobre la contraofensiva ultraconservadora


Más de alguno que comenta mis columnas por correo electrónico y lo enví­a a La Hora me reprocha que me ocupe de asuntos como los que he venido abordando en las dos últimas semanas. Quien de manera más comedida lo hizo respecto a la publicada el miércoles pasado, me dice que «no sude calenturas ajenas».

Ricardo Rosales Román
rosalesroman.cgs@gmail.com

Si me ocupo de la guerra y ocupación estadounidense de Irak o de la amenaza que se cierne sobre la humanidad si Israel desencadena una guerra termonuclear por encargo de la Casa Blanca contra Irán, es porque de una u otra cuestión es poco lo que se publica en los medios locales o por la falta de columnas de opinión al respecto.

Es por eso que paso a abordar, una vez más, un tema de permanente actualidad. Me refiero a la contraofensiva de los sectores ultraconservadores tanto en Estados Unidos como en otras regiones y en nuestro propio paí­s.

Previamente a ello, no quiero dejar de llamar la atención sobre un asunto del que aquí­, en Guatemala, nada se ha dicho. Se trata del Club Bilderberg que con tanta seriedad y profesionalismo ha venido estudiando y abordando el analista y escritor ruso Daniel Estulin.

La primera noticia que tuve de este exclusivo Club fue a mediados de junio del año en curso. Este sui géneris cónclave reúne a los personajes más poderosos y potentados del mundo y decide lo que sus gobiernos tienen que hacer a fin de mantener el orden impuesto, defenderlo y apuntalarlo.

Gracias a cuatro de las más recientes reflexiones del lí­der de la Revolución Cubana, comandante Fidel Castro Ruz, y el resumen de su encuentro del jueves pasado en La Habana con Estulin, conozco un poco más acerca del mismo. En apretada sí­ntesis, espero dar a conocer más adelante lo publicado en español.

En lo internacional, el mayor peligro que se cierne sobre la humanidad es que se desencadene una guerra termonuclear y cuyo escenario podrí­a ser el estrecho de Ormuz y ocurrir a partir del próximo dí­a 9 que es cuando se vence el plazo fijado por la ONU para que las naves iraní­es sean inspeccionadas por la flota que ya está en aguas cercanas a Irán y a la que el Consejo de Seguridad autorizó si es que Teherán no acata las decisiones acordadas por tan alto organismo.

En este caso, no importa que sea un gobernante demócrata quien esté en la Casa Blanca. Son los Halcones y los ultraconservadores estadounidenses y de Israel los responsables del agravamiento de la tensión en el Golfo Pérsico. Corresponde al presidente Obama decidir si desiste de apretar el gatillo o condenarnos a todos a una catástrofe de inimaginables consecuencias. En ese marco, no es por casualidad que lo más ultraconservador y racista de la derecha republicana y cuya cabeza más visible es la señora Sarah Palin, secundada por el no menos ultra reaccionario presentador de radio y televisión Glenn Beck, en una afrenta y agravio a Martin Luther King y sus cientos de miles de seguidores, el pasado sábado 28 reunieran a unos 300 mil seguidores del Tea Party con el pretexto de «restituir el honor y reivindicar la vieja y dura América» y que lo hicieran en el mismo lugar y 47 años después que el reverendo de la paz y defensor de los derechos civiles pronunciara su memorable Tengo un sueño. Tampoco es una mera casualidad que la xenofobia a lo nazi se exacerbe en Estados Unidos contra los indocumentados y en Francia contra los gitanos. En nuestro Continente la contraofensiva ultraconservadora y sus aliados no deja de ser menos grave. En Colombia los paramilitares no cejan en su propósito de torpedear la normalización de relaciones entre Bogotá y Caracas. En Honduras se pone de manifiesto en el asesinato, represión y persecución de lí­deres de la Resistencia y dirigentes sindicales, campesinos, universitarios y maestros. El gobierno costarricense no sólo ha autorizado que naves de la armada estadounidense vigilen y resguarden sus aguas territoriales sino las de los paí­ses circunvecinos. La campaña mediática de desprestigio y provocaciones contra la Revolución Bolivariana en Venezuela y los complots que urden contra Bolivia, Ecuador y Paraguay, son parte de esa contraofensiva financiada, orquestada y puesta en marcha a fin de que el cambio de época en que se está actualmente en América Latina y el Caribe de un vuelco de 180 grados y se vuelva a los tiempos en que los oligarcas, las grandes transnacionales y Washington ordenaban y mandaban y sus lacayos eran eso, obedientes lacayos sin el menor asomo de dignidad y decoro.

Lastimosamente de esos lacayos todaví­a quedan algunos, pero no cabe duda que llegará el dí­a en que cada pueblo vaya saliendo de ellos y cada paí­s se vaya sumando al rumbo emancipador, libertador e independentista por el que lucharon Martí­ y Bolí­var.

En nuestro paí­s, la contraofensiva la asumen los de las playeras blancas de mayo, los que ya no aguantan más, quienes consideran que «los buenos somos más», y los «unionistas» de ahora que resultan siendo los «liberacionistas» de 1954.

Por ahora, hasta aquí­. http://ricardorosalesroman.blogspot.com/