Soberaní­a ecuatoriana


Un absoluto, contundente y abrumador Sí­ fue marcado en las papeletas por más del 81 % de los ciudadanos de Ecuador que concurrieron a las urnas al participar en el referéndum que convocó el joven presidente, Rafael Correa, para preguntar al pueblo soberano si estaba o no de acuerdo con establecer la Asamblea Nacional Constituyente, con plenos poderes para reformar el marco institucional del Estado.

Eduardo Villatoro

Con todos los tradicionales partidos polí­ticos en su contra, desde la aprovechada, expectante y anquilosada izquierda hasta la extrema derecha, pasando, naturalmente, por el centroderechista neoliberal, y sin contar con una fuerza parlamentaria; pero, eso sí­, con el empuje de su juventud, la vitalidad de sus ideales, la integridad de sus hechos, la fortaleza de su esperanza y el sólido respaldo de movimientos sociales, indí­genas, populares y juveniles, el gobernante ecuatoriano, desde antes de que asumiera el poder, que justamente el domingo 15 cumplió tres meses, se lanzó a la batalla en búsqueda de un sistema verdaderamente democrático, que no se fundamente únicamente en la realización de elecciones amañadas en las que triunfa la organización polí­tica o el candidato con más dinero, como ocurre o ha estado sucediendo en la mayorí­a de los paí­ses latinoamericanos.

Todos los desacreditados dirigentes polí­ticos que representan lo más putrefacto de la corrompida partidocracia, incluyendo a multimillonarios como el magnate y ex presidente ílvaro Noboa, hasta el deslucido y pusilánime Lucio Gutiérrez, quien fue echado del poder por sus propios compinches, se unieron contra el presidente Correa, oponiéndose visceralmente a que se realizara el referéndum, y, luego, llamaron infructuosamente al pueblo ecuatoriano a que votara contra la integración de la Asamblea Nacional Constituyente.

Estos decadentes polí­ticos contaron con el apoyo externo, por supuesto, del gobierno norteamericano, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de columnistas de habla hispana radicados en Miami, que ahora ven con desaliento que el pueblo ecuatoriano ha tomado su propia decisión, porque su proceso avanza hacia la consecución de su segunda independencia.

Vale la pena consignar algunas de las inmediatas declaraciones vertidas por el presidente Correa al enterarse de los resultados del referéndum, porque sus expresiones verbales marcan la pauta del futuro del Ecuador, y que las reproduzco en este espacio, con algunas acotaciones al respecto.

El mandatario ecuatoriano sentenció. «El miedo quedó atrás. Las tácticas de los mismos de siempre de sembrar el terror y crear la incertidumbre han fracasado. El pueblo ya no se deja engañar. Pero no quiero vencidos ni vencedores en esta lid, porque en una verdadera democracia todos somos vencedores.

«Hoy ha triunfado el infinito amor a la patria. Hoy, que la patria ya es de todos, no permitamos que nos la vuelvan a robar. No podí­amos permitir ni jamás permitiremos que se trate de negar el derecho del pueblo a expresarse libremente. Tengan siempre la seguridad que a todas las maniobras para boicotear el sagrado derecho al sufragio del pueblo, el Gobierno siempre responderá con más democracia».

En referencia implí­cita a polí­ticos y periodistas que calificaron al gobernante ecuatoriano de ser un ferviente admirador y seguidor incondicional del presidente venezolano Hugo Chávez, pero también en advertencia a los que pretenden que persista el carcomido sistema pseudodemocrático que imperó en Ecuador durante las últimas décadas, Correa fue categórico al sentenciar que «Jamás permitiremos la imposición de un modelo extranjero».

Con miras al futuro inmediato, precisó «Vemos con júbilo a la Constituyente, que permitirá una democracia verdaderamente más representativa; despolitizará las instituciones y organismos de control, reordenará territorialmente al paí­s y superará el nefasto modelo neoliberal».

Respecto a las relaciones o dependencias del Ecuador con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el presidente Correa reveló que su gobierno ha cancelado su deuda con el FMI, al indicar que «El jueves pagamos nueve millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, y no queremos saber más de esa institución»

En lo que se refiere directamente al BM, puntualizó que «Expulsaremos al representante del Banco Mundial porque nosotros no vamos a aceptar chantajes de nadie», al recordar que este funcionario intentó comprar la voluntad de Correa con un préstamo de cien millones de dólares, en 2005, cuando el ahora Presidente era ministro de Economí­a y adoptó medidas tajantes en torno a las transnacionales petroleras.

«Faltan muchas batallas por ganar ?advirtió-, pero buscaremos la unidad, para formar una nueva fuerza patriótica y progresista. Hay que buscar a los mejores hombres y mujeres que nos representen en la Asamblea Nacional Constituyente».

(Después de proceder a la inhumación de los restos de un pariente lejano, Romualdo Arreata camina por el cementerio con un amigo y leen en la tumba de un fallecido dirigente de la partidocracia guatemalteca este epitafio: «A la memoria de un hombre honesto y un polí­tico í­ntegro». Mi compadre pregunta incrédulo: -¿Desde cuándo entierran a dos personas en la misma tumba?).