Situación real de la seguridad pública


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A la gran mayoría de guatemaltecos nos llama poderosamente la atención la ineficacia del Estado para impulsar programas o políticas que conduzcan a los inversionistas y empresarios a retener empleos y a promover inversiones que adicional y paralelamente produzcan el mantenimiento y el aumento de la recaudación tributaria. Preocupa más todavía que las dependencias encargadas de velar por la seguridad ciudadana no hayan podido devolverle a la ciudadanía la confianza indispensable para realizar sus actividades productivas dentro de un marco de paz y tranquilidad, pues para propios y extraños nos parece indispensable contar con este factor, si es nuestro deseo incrementar actividades, no digamos para quienes han puesto sus ojos en nuestro país.

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt


La correcta y exacta percepción de la inseguridad en que vivimos se complica todavía más cuando el Presidente, su Ministro de Gobernación y demás autoridades afirman por los medios de comunicación que los índices de violencia y delincuencia se han reducido, lo que provoca la lógica reacción ciudadana de negarse a aceptar tal afirmación cuando ya fuera en el círculo de trabajo, familia o amistades comprueba fehaciente y constantemente lo contrario. De esa cuenta, cuando a través de la información contenida en un cable informativo de la Agencia EFE, procedente de México, nos enteramos que en ese país el Instituto Nacional de Estadística y Geografía es el responsable de hacer encuestas, con un nivel de confianza del 95%, para ser capaz de dar a conocer la apreciación real de lo que existe sobre la inseguridad, el que por cierto en la última encuesta realizada en marzo del presente año, tuvo una leve disminución pasando del 72.4% al 70.2% de inseguridad.
    De ahí que estas sean algunas de las preguntas que me hago todos los días: ¿Cuál es el afán de nuestros funcionarios públicos de seguir ocultando tan valiosa información, no solo útil para ellos, sino para medir los resultados de sus  planes, como para la ciudadanía en general que tiene el sobrado derecho de saber qué es lo que realmente está ocurriendo en su país? ¿Cuánto le costaría al Estado, el que ya cuenta por cierto con el INE, entidad especializada en la materia, para medir con certeza cuál es la impresión popular que existe sobre la seguridad pública? ¿Por qué seguir manipulando el criterio ciudadano? No, se hace todo lo  contrario, la casta política prefiere seguir gobernando al país solo para satisfacer sus intereses particulares, como seguir manteniendo sojuzgada a la población víctima de las consecuencias de continuar viviendo en el mismo ambiente de la terrible inseguridad que nos azota, lo que se viene a sumar a los  peores índices de progreso, desarrollo y falta de oportunidades.