En la administración del alcalde el periodista Francisco Montenegro Sierra, fue cuando se instalaron los parquí­metros en toda la ciudad con el propósito que los fondos serí­an para pagar las pensiones a los jubilados de esos años, que por cierto habí­an muy pocos, pero a la vuelta de los años ya no fue suficiente dichos fondos por que aumento la cantidad de jubilados, y cada dí­a la situación económica subí­a en aumento y nuestra moneda ha perdido su valor a la par del dólar americano. Y no cabe duda que sus pensiones siguen estancadas como siempre olvidadas por las autoridades actuales no obstante en lo presente ya es imposible vivir con esas pensiones tan bajas que tienen los jubilados.

Varios jubilados actualmente reciben la cantidad de 500.00 quetzales, 350.00, 250.00 según se sabe pero si hay muchos que hasta la fecha reciben Q2,339.49 centavos. Cómo puede vivir con las raquí­ticas pensiones estando la canasta básica tan cara y el quetzal que ya perdió su valor, pues casi todo está al valor del dólar americano. Ojalá la administración actual antes de cumplir su perí­odo se acuerde de la familia jubilada municipal que agoniza en la pobreza económica que el honorable consejo municipal pusiera un impuesto para solo los jubilados municipales. El pueblo no se opondrá por que es para la tercera edad, por que cuando son causas justas el pueblo aplaude, pero cuando son injustas hay protestas. La administración anterior dejó a los jubilados quinientos quetzales de bono navideño todos los años para los tamalitos chapines, ya ni pan pueden comer los pobres jubilados, pues cada francés vale 25 centavos. Y aun hay más como dijo Raúl Velasco en su programa «Siempre en Domingo».