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Los tres problemas -en conjunto- son el motivo principal del clima de inseguridad social y la impunidad en el sistema de justicia que a su vez, es la causa de la violencia.

Sandino Asturias, director del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), destaca la importancia de una polí­tica preventiva y de investigación criminal, la cual ayudarí­a a reducir los í­ndices de criminalidad que afectan a la sociedad.

Según Asturias, en las cárceles se encuentran hacinadas personas sindicadas por delitos menores, relacionados al alcohol, accidentes de tránsito, entre otros, lo que a su criterio, se debe a que las investigaciones realizadas por la Policí­a Nacional Civil (PNC) no están fundamentadas en investigación criminal, más bien en «estigmatización por apariencia».

El representante del CEG dice que basta ver el año pasado, donde solo el 1.3 por ciento de detenidos estaban sindicados por homicidio y una gran mayorí­a por faltas menores, por lo que la estrategia policial deberí­a revertirse y perseguir los delitos de mediano y grande impacto.

CAPTURAS PNC

De acuerdo con estadí­sticas de la Policí­a Nacional Civil, el mayor número de aprehensiones en 2009 se produjo por los delitos de ebriedad y escándalo, robo, órdenes de captura por diversos delitos, agresión, e irresponsabilidad de conductores.

De enero a julio de 2010, la PNC reporta que las detenciones que encabezan el listado, son parecidas a las del año pasado, es decir, que 2 mil 541 personas han sido aprehendidas por ebriedad y escándalo; 1 mil 993 por orden de captura; 1 mil 774 por robo; 1 mil 690 por agresión y un mil 514 por responsabilidad de conductores.

Por su parte, Mario Guerrero Méndez, jefe de la División de Investigación Criminal (DEIC), opina estar consciente de que el sistema de capturas debe fortalecerse, e indica que este es uno de los retos en su administración.

De acuerdo con el jefe policial, busca que las unidades de la DEIC logren la captura de los sindicados, pero a través de pruebas que puedan ser sostenidas en los procesos legales.

Según indica, su principal objetivo es cambiar el criterio usual del policí­a, que únicamente busca capturar; sin embargo, su intención es que el investigador analice y procese la información necesaria, en base a pruebas contundentes.

PROCESOS SATURADOS

Asturias dice que toda esta cadena de detenciones tiene una repercusión en el atraso de procesos, que se saturan en los tribunales, varios de estos casos son llevados en el Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP).

«Efectivamente, los procesos están saturados; cuando hay una cuantí­a de delitos menores, la Defensa Pública se satura», indica.

De acuerdo con el IDPP, en el año 2009, 153 defensores públicos de planta y en formación atendieron un promedio de 10 casos por mes, además de 23 en casos de prisión preventiva, lo que hace un total de 33 mensuales.

Este año, existe la misma cantidad de defensores públicos de planta y en formación, y atienden la misma cantidad de casos por mes que en 2009, aunado a 25 más por prisión preventiva, es decir que en total, cada defensor está a cargo de 35 casos en el mes.

Por lo que la situación se presta a que los recluidos en los centros carcelarios permanezcan más tiempo en esos lugares, se mezclen con otros reclusos y fortalezcan conductas inadecuadas.

Al final, son pocos los procesos que alcanzan una sentencia, de tal manera que el 99 por ciento de las causas permanecen en la impunidad.

CíRCELES HACINADAS

En los veinte centros carcelarios se encuentran recluidas aproximadamente 10 mil 500 personas, el mayor número de presidiarios son hombres, sobrepasan los 9 mil 800; mientras que las mujeres oscilan entre 680; no obstante, según el Sistema Penitenciario (SP), este número puede variar constantemente.

De acuerdo con fuentes informativas de esta institución, varios de los detenidos se encuentran por delitos menores y de forma preventiva, regularmente es de viernes a domingo cuando se origina el mayor número de reclusiones, por delitos menores.

Analistas en seguridad coinciden en que otro de los factores que ayuda a fortalecer la criminalidad es que no existe clasificación de reos según la falta, lo cual provoca que los sindicados se mezclen unos con otros.

Según se indica, esto provoca que en lugar de que exista una reclusión adecuada para rehabilitar al acusado, se fortalece una conducta inapropiada, que posteriormente podrí­a sobrepasar los lí­mites de una cadena de criminalidad.

Por lo que es necesario, aparte de fortalecer la investigación criminal, invertir en el SP, para que éste pueda trabajar por la rehabilitación de los reos, en lugar de graduarlos en universidades del crimen, para que logren incidir en una conducta adecuada al cumplir la condena impuesta por la justicia.