El sistema de salud en los departamentos más afectados por el terremoto del 7 de noviembre de 2012 continúa en el abandono, especialmente en los aspectos relacionados con la reconstrucción de centros, ampliación, remodelación, mejoramiento y equipamiento, situación que ha tenido un significativo impacto para la población del área rural.
De acuerdo con una investigación de la Coordinadora de ONGs y Cooperativas (Congcoop), 45 centros y puestos de salud en San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango, Sololá, Quiché, Suchitepéquez y Retalhuleu, están deteriorados por la devastación provocada por el terremoto.
Cifras recabadas por esa institución refieren que el sismo dejó al menos 44 muertos, 1.2 millones de damnificados, 22 desaparecidos, casi 19 mil evacuados y otras 8 mil personas albergadas.
El Programa de Infraestructura Hospitalaria sufrió un recorte de 37 millones de quetzales; en la actualidad cuenta con 187 millones, de los cuales sólo ha ejecutado el 0.65 por ciento, en un lapso de cuatro meses, uno de los principales aspectos de la crisis hospitalaria, destaca el documento elaborado por Congcoop.
La información enfatiza que mucha de la infraestructura hospitalaria no ha sido remodelada en los últimos 30 años, mientras que los edificios más modernos carecen del respectivo mantenimiento, actividades fundamentales para que funcionen de forma óptima.
Según el informe de gobierno sobre los daños causados por el terremoto, 44 puestos y centros de salud y 9 hospitales fueron afectados durante la tragedia, por lo que puso en marcha el Programa de Reconstrucción N7, al que le fueron asignados 122 millones de quetzales, sin reportar ejecución alguna hasta la fecha, señala la investigación de esa Coordinadora.
Los hallazgos denotan que la construcción, ampliación, remodelación, rehabilitación y equipamiento de la red de infraestructura del sistema de salud no es una prioridad para la actual administración pública, de acuerdo con las conclusiones de la Congcoop.
Invertir en la infraestructura deber ser una prioridad para que los servicios de salud puedan ser accesibles a la población, en condiciones adecuadas, con énfasis en el área rural, concluye la investigación de la citada agrupación.