Choques entre rebeldes sirios y sus rivales de una facción vinculada con Al-Qaeda se extendieron hoy de áreas opositoras en el norte a una importante ciudad oriental, dijeron activistas.
Los combates en la ciudad de Raqqa, bastión del extremista Estado Islámico de Irak y el Levante, refleja una creciente conflicto dentro de la guerra en Siria, esta vez contra radicales islámicos.
Indica además que rebeldes envalentonados están tratando de derrotar a sus rivales de Al-Qaeda. Las batallas han sido las más duras desde que grupos armados se alzaron inicialmente contra el régimen del presidente Bashar Assad.
Los choques comenzaron en las provincias norteñas de Alepo e Idlib el viernes luego que residentes acusasen a milicianos de Al-Qaeda de asesinar a un popular médico local.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estimó que al menos 100 combatientes de ambas partes han muerto desde el viernes.
Los rebeldes enfrentados con el estado islámico de Iraq y el Levante (EIIL) son una serie de grupos moderados y ultraconservadores que tienen poco en común, excepto su odio por Al-Qaeda. EIIL está dominado por milicianos extranjeros que llegaron inicialmente a Siria en marzo desde Irak y se metieron en áreas que los rebeldes le habían arrebatado a las fuerzas de Assad, imponiendo su interpretación extrema de la ley islámica.
Las tensiones contra el EIIL han estado aumentando durante meses. Rebeldes les acusan de tomar sus áreas, confiscar sus armas y detener a sus combatientes. Han además erosionado la buena voluntad de los locales al detener a civiles sirios por lo que dicen son transgresiones contra el Islam, arrestado a activistas y periodistas críticos hacia ellos.