Las fuerzas del gobierno sirio reconquistaron hoy una ciudad cristiana al norte de Damasco después de una semana de intensos combates con milicianos vinculados con al-Qaeda, informó la prensa estatal.
La lucha se produjo en momentos en que el enviado de las Naciones Unidas y la Liga Árabe llegaba a Siria en su primera visita al país en casi un año.
Lakhdar Brahimi trata de organizar una conferencia de paz sobre Siria para el mes próximo en Ginebra, pero ese encuentro está cada vez más en duda en momentos en que las facciones en pugna se niegan a sentarse a la mesa de negociaciones.
Estados Unidos y Rusia han tratado durante meses de convocar la conferencia para negociar una solución política a la guerra civil siria, que ha dejado más de 100 mil muertos y ha obligado a dos millones de personas a huir del país desde que estalló el conflicto en marzo del 2011.
Después de su más reciente viaje a Siria en diciembre del 2012, Brahimi disgustó a las autoridades sirias cuando dijo que 40 años del gobierno de la familia del presidente Bashar Assad eran demasiados. Las autoridades sirias lo acusaron de no ser imparcial.
Esta vez Brahimi visitó varios países de la región, incluso Irán, donde el sábado dijo que era necesaria la participación de ese país, aliado clave de Assad, en la conferencia de paz sobre Siria. El lunes, Brahimi viajó de Teherán a Beirut en un jet privado y después siguió por tierra a Damasco.
En la capital libanesa no habló con la prensa. «Hablaré a mi regreso», prometió.
El director de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, dijo recientemente que la reunión de Ginebra se llevará a cabo el 23 de noviembre. Pero Brahimi ha insistido en que no hay fecha fija, aunque la ONU espera organizar el encuentro a fines de noviembre.
Mientras tanto continúa la lucha en Siria. La agencia noticiosa estatal SANA dijo que el ejército «restableció seguridad y estabilidad» en la ciudad de Sadad, a 120 kilómetros (70 millas) al norte de Damasco, el lunes temprano.
La agencia indicó que murió «un gran número de terroristas» y que sus armas fueron incautadas. Agregó que el ejército desactivó veintenas de bombas que habían sido colocadas alrededor de la ciudad cristiana.
Sadad estaba en manos de la oposición desde la semana pasada, cuando grupos aliados a al-Qaida capturaron un puesto de vigilancia que les permitió controlar el oeste de la ciudad.
Al parecer los rebeldes ocuparon Sadad debido a su situación estratégica cerca de la carretera principal al norte de Damasco.
Pero el ala radical entre los rebeldes es además hostil a la minoría cristiana de Siria. Otros combatientes de al-Qaida han dañado y profanado iglesias cristianas en las áreas que han ocupado.