En medio de fuertes medidas de seguridad y con una cruenta guerra civil como telón de fondo, los sirios de la parte del país que controla el gobierno acudieron hoy a las urnas en unas elecciones presidenciales en las que se da por sentado que será elegido Bashar al Assad.
Medios sirios hablaron a media tarde de una gran participación, aunque sin dar cifras concretas. El Comité Electoral anunció que extenderá las votaciones hasta la medianoche, según informó la agencia de noticias SANA.
Para el gobierno se trata de un «día histórico» mientras que la oposición habló de «farsa».
El presidente Al Assad votó junto con su esposa Asma en el centro de la capital Damasco. «Qué dios bendiga a Assad», gritaron jubilosos los seguidores del presidente cuando éste acudió a votar en el barrio de Al Malki, en el centro de Damasco, no lejos del palacio presidencial.
La televisión estatal mostró imágenes de seguidores de Al Assad que llevaban fotografías del presidente mientras esperaban ante los locales electorales. «Yo voto a la voz de Siria, Bashar al Assad», aclamó un votante. Otros vestían camisetas con la palabra «Juntos», el lema de la campaña de Al Assad.
Las elecciones solo se llevan a cabo en los lugares donde las tropas del gobierno controlan la situación, es decir, en la capital, Damasco, en la región costera y en las grandes ciudades del país.
Al Assad se enfrenta por primera vez a contrincantes en estos comicios, pero sus dos rivales, el diputado comunista Maher al Hayar y el ex ministro de Estado Hassan al Nuri, son figuras poco conocidas a quienes no se otorga ninguna perspectiva de triunfo.
Los opositores más destacados están virtualmente excluidos de las elecciones porque la mayoría de ellos participan en la lucha contra el régimen de Al Assad o viven en el exilio.
Al Nuri votó en el local electoral instalado en el Hotel Sheraton de Damasco, según informó la agencia de noticias Sana. «Siria será un país nuevo, democrático y políticamente plural tras estas elecciones», afirmó.
Los habitantes de Damasco hablaron de una situación caótica para la circulación, ya que son muchos los vehículos que salieron a las calles con fotografías de Al Assad. Ante el temor a que se produzcan atentados se están llevando a cabo controles de seguridad en cada calle. Un testigo dijo que se está controlando a los coches que entran en zonas en las que hay locales electorales.
Según informaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en algunas partes de Damasco se produjeron ataques de mortero, aunque no se dio cifra de víctimas. En Alepo, en el norte del país, perdieron la vida al menos 11 personas en ataques de los rebeldes a zonas en las que se estaban celebrando las votaciones. Al parecer también el régimen lanzó ataques en la ciudad.
Muchos de los aproximadamente 15.8 millones de sirio habilitados para votar lo tendrán difícil para poder acudir a uno de los 9 mil 601 locales de votación. Según datos de Naciones Unidas, más del 40 por ciento de los poco más de 22 millones de sirios han huido o viven en el exilio.
En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó los comicios como una «farsa» porque «no cumplen con las normas internacionales para elecciones libres, limpias y transparentes».
Estoy seguro de que ningún aliado va a reconocer el resultado de estas supuestas elecciones», dijo el secretario general saliente de la alianza militar occidental poco antes de comenzar en la capital belga una reunión de los ministros de Defensa de la OTAN.