Demencia consiste en el deterioro progresivo del conjunto de funciones cognitivas -atención, memoria, juicio y capacidad de razonamiento- y a los trastornos conductuales derivados. Son procesos de enfermedad neurológica que pueden afectar con mayor frecuencia a los adultos mayores, pero también a personas jóvenes.

Este deterioro cognitivo interfiere con la vida del individuo en sus diferentes entornos sociales. Le impide un funcionamiento autónomo. Se considera que pueden ser: Alzheimer, vascular, mixta, causada por otras condiciones médicas generales, inducida por sustancias, debida a múltiples etiologías y la no especificada. Muchas veces puede tener una evolución lenta, progresiva e irreversible.

De acuerdo al Manual de clasificación diagnóstica y estadística de los trastornos mentales. Un déficit exclusivo de una única función cognitiva como la memoria o el lenguaje no permite el diagnóstico de demencia. Que requiere alteración en por lo menos una función cognitiva además de la memoria tal como el lenguaje, las apraxias (la persona tiene las habilidades físicas y el deseo de concretar los movimientos, pero no logra hacerlos) las agnosias (dificultad para reconocer objetos) o las funciones ejecutivas. Afasia (trastorno del lenguaje).

Existe un criterio de diagnóstico que relaciona la demencia a una condición médica general, que incluye las enfermedades degenerativas, vasculares, infecciosas, carenciales, neoplásicas, autoinmunes, endócrinas, trastornos metabólicos, postraumáticos y enfermedades de depósito, pero excluye los trastornos psiquiátricos como la depresión.

Sin embargo, la depresión puede incluirse en el diagnóstico diferencial de la demencia debido a que pacientes seniles con depresión, se quejan de la pérdida de concentración, de memoria y de la capacidad de organización de sus actividades cotidianas. Manifestando los síntomas y señales compatibles con el síndrome demencial. Por lo que en estos casos a la depresión se ha dado por llamar pseudodemencia.

Por otro lado, la depresión puede ser un síntoma y signo significativo de demencia. Ya que las personas de manera inicial suelen deprimirse ante el deterioro de su vida funcional que les acusa.

Después de las enfermedades degenerativas, la demencia por enfermedad cerebro-vascular es la más frecuente. Cuyo cuadro clínico depende del calibre de los vasos y de los territorios cerebrales afectados.

Para el diagnóstico de demencia se considera sus criterios clínicos, la realización de estudios para descartar enfermedades infecciosas, carenciales, autoinmunes, intoxicaciones y estudios radiológicos como la angioresonancia magnética cerebral entre otros.