Sindicatos se oponen a planes de ajuste


Los principales sindicatos españoles convocan este martes por la tarde una huelga general. ARCHIVO

Los principales sindicatos españoles convocan este martes por la tarde una huelga general, probablemente en septiembre, contra una reforma laboral para impulsar la creación de empleo con despidos más baratos, que el gobierno aprobará el miércoles.


Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras (CCOO), Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, detallarán a las 17H00 (15H00 GMT) la fecha y las condiciones de la huelga general, después de anunciar el lunes que responderán a la reforma laboral que aprobará el gobierno con un paro general.

Fuentes sindicales indicaron también el lunes que la huelga será probablemente en septiembre u octubre, más concretamente el 29 de septiembre, dí­a en que están convocadas movilizaciones en varios paí­ses europeos organizadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) contra los planes de ajuste financiero de varios gobiernos europeos.

Por su parte, los sindicatos nacionalistas vascos ELA y LAB ya convocaron una huelga general para el 29 de junio en las regiones del Paí­s Vasco y Navarra (norte).

El vicesecretario general del partido socialista y ministro de Fomento, José Blanco, pidió este martes a los sindicatos «una respuesta proporcionada» a la reforma laboral.

Esta reforma laboral era objeto de conversaciones desde hace dos años y de negociaciones entre gobierno, sindicatos y empresarios desde febrero.

Pero la semana pasada las partes concluyeron sus contactos sin acuerdo, ya que los sindicatos piensan perjudica a los trabajadores y los empresarios, que es insuficiente, y el ejecutivo socialista de José Luis Rodrí­guez Zapatero dijo que la aprobará el miércoles sin él.

La medida sí­ necesita el apoyo de varios partidos polí­ticos en el Congreso, donde la reforma debe ser votada el 22 de junio y donde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Zapatero no cuenta con mayorí­a absoluta.

Se trata de la primera huelga general con Zapatero como presidente y la primera desde 2002.

Esta reforma pretende impulsar el empleo en un momento en que la crisis duplicó el número de desocupados en España, que actualmente suman el 20% de la población activa, y la demandan el Fondo Monetario internacional (FMI), empresarios y economistas.

La movilización de los sindicatos sigue a la huelga de funcionarios y manifestaciones en toda España que convocaron la semana pasada, con éxito relativo, contra el plan de ajuste del gobierno.

Este incluye duras medidas de ahorro para bajar un déficit disparado hasta el 11,2%, entre ellas el recorte de los sueldos de los funcionarios en una media del 5% este año.

El secretario general de CCOO advirtió este fin de semana en el diario El Paí­s que «los problemas de la economí­a sólo se superarán cuando (…) crezca la inversión pública y la privada» y que «en todo caso, la reforma laboral tendrí­a efectos complementarios a la inversión y el despegue de la actividad económica».

Además, antes de la huelga el gobierno pretende avanzar en la reforma de las pensiones, según varios medios, y la Comisión Europea analiza este martes si España debe decidir más medidas para que sus finanzas sean sostenibles.

El gobierno pretende con la reforma facilitar los despidos a los empresarios y al mismo tiempo reducir el número de contratos temporales y fomentar los fijos, limitando a dos años la duración de los primeros.

Además quiere crear un «fondo de capitalización» del trabajador del que salga una parte de la indemnización por despido, que costarí­a menos al empresario.

También propone que las empresas, en caso de «probadas razones económicas», puedan despedir más fácilmente o efectuar cambios «sustanciales» de la jornada de trabajo cambiando turnos, con una distribución irregular del tiempo de trabajo y horario, cambiando el sistema de remuneración o las funciones de los trabajadores, según el texto de la propuesta gubernamental.