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Al menos ocho de los 30 millones de quetzales que fueron otorgados a través del Estado de Calamidad para realizar los trabajos de reparación en el barrio San Antonio se han invertido en estudios que no han revelado significativos avances y beneficio para las familias afectadas.
A esta conclusión llegó el diputado Otto Ely Zea Sierra, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso al finalizar una reunión con las distintas autoridades que conocen de esta situación.
Entre otras cosas se estableció que no fue una falla sísmica la que originó el problema, sino la mala distribución del alcantarillado y los sistemas de drenajes que permitieron la filtración del agua en el terreno, que al humedecerse cedió por el peso de las viviendas.
La tragedia sucedió la noche del jueves 22 de febrero del presente año con el saldo de personas fallecidas quienes se hundieron junto con sus viviendas, lo que provocó la inmediata acción de los elementos de bomberos Voluntarios y Municipales.
A partir de esa fecha los vecinos de las viviendas aledañas decidieron abandonar sus propiedades por temor a ser víctimas de un nuevo hundimiento, siendo ubicadas en albergues temporales, pero posteriormente retornaron a sus viviendas por temor a ser víctimas de los delincuentes.
Los diputados Zea Sierra y Lucrecia Marroquín han acompañado a los afectados desde el inicio del problema y han solicitado constante información a las autoridades involucradas, pero al momento consideran que los trabajos no han avanzado como se esperaba.