El próximo 21 de diciembre concluirá una etapa -de 5 mil 200 años- para el pueblo maya; el fin del 13 Baktun será un hecho en menos de cuatro meses. Sin embargo, hasta ahora no hay datos concretos sobre la inversión que se realiza para promover los eventos oficiales, los invitados que participarán de las actividades y la estructura conformada para organizar los eventos oficiales parece inestable. ¿El país avanza sin rumbo a una nueva era?

La culminación de una era es el significado que los pueblos indígenas dan al Oxlajuj Baktun, pero la trascendencia del evento ha provocado que millones de personas en Guatemala y el extranjero estén a la expectativa del evento, que marca el fin de un ciclo para la cultura maya.

De esa cuenta, la conmemoración ha sido aprovechada por el Ejecutivo para promover actividades que despierten el interés por Guatemala como un destino turístico y para eso se ha conformado una mesa interinstitucional, coordinada por la Vicepresidencia, en la que participan el Ministerio de Cultura y Deportes, el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), el Ministerio de Relaciones Exteriores y guías espirituales.

En el caso del Ministerio de Cultura se impulsan actividades el 21 de cada mes, así lo señaló el titular de la cartera, Carlos Batzín, en una entrevista con La Hora.

“Estamos haciendo una celebración el 21 de cada mes en distintos parques arqueológicos; para el mes de septiembre, tenemos programado en Mixco Viejo donde se van a desarrollar varias actividades de carácter espiritual, académico. En octubre estaremos en Panajachel y en noviembre estaremos en Quiriguá”, explicó el funcionario.

Pero al momento de cuestionarle sobre la inversión de las actividades que se realizarán el 21 de diciembre próximo por el 13 Baktun, el funcionario señaló que no hay un monto específico para éstas, por lo que aún a cuatro meses del “gran evento”, están buscando el apoyo internacional.

“No podemos hacer una asignación directa; estamos definiendo los artistas. En cuanto a los artistas internacionales solo serán invitados para la ceremonia, esperaríamos tener su confirmación en noviembre próximo”, señaló el funcionario. Las autoridades girarán 200 invitaciones y esperan confirmar al menos el 50 por ciento.

En cuanto a los recursos, señaló que hay países interesados en colaborar, por lo que esperarían en octubre conocer de cuánto será el aporte. No obstante, Batzín no consigue explicar de qué partidas presupuestarias se han asignado recursos a las actividades que ya se desarrollan mensualmente.

SIN CLARIDAD

Un hermetismo similar al del Ministerio de Cultura se percibe en el Inguat. La Dirección de Comunicación Social de la institución informó en un correo electrónico que no hay un monto específico de inversión para promocionar el cambio de era maya.

Solo se informó que se contemplan Q29 millones para promoción turística y en ese rubro se incluye lo del 13 Baktun.

“La mayor parte de los fondos para los grandes eventos del 21 de diciembre provendrán de aportes directos que hará la iniciativa privada a manera de patrocinio para este fin”, señalaron encargados de Comunicación.

Sin embargo, el presidente de la Comisión legislativa por la Transparencia, Amílcar Pop, señaló que durante una citación al Congreso, una de las autoridades del Inguat reveló que al momento se han destinado Q40 millones en publicidad.

“Han manifestado que han gastado Q40 millones en publicidad, que hubiera sido invertida en el desarrollo de los pueblos indígenas. Hay urgencia para atender problemas de hambre y salud”, criticó el legislador.

Por ese motivo, el congresista dijo que solicitó datos a las instituciones que se encargarán del evento, para conocer los recursos que se están invirtiendo. Así mismo, señaló que citarán al Ministro de Cultura para conocer su línea de trabajo.

“Queremos saber sobre las actividades y los presupuestos. Me han dicho que no tienen claridad sobre cuanto se invertirá”, comentó Pop.

Según autoridades del Inguat, a mediados de septiembre darán a conocer más información sobre el evento programado para el 21 de diciembre.

UNA DEUDA PENDIENTE

Mario Itzep, integrante de la Red Nacional de Organizaciones de Jóvenes Mayas, las actividades no van de la mano con el sentido que los pueblos indígenas le dan a la culminación de una era, por lo que mantienen un monitoreo constante a las autoridades involucradas, ante el temor de que se cometan actos de corrupción.

“Estamos pendientes porque sabemos que los recursos no van a donde deben ir, sino solo se beneficia a los empresarios y se deja de lado a los pueblos indígenas”, señaló Itzep.

En coincidencia con Pop, quien considera que es poco acertado pensar en conciertos cuando lo ideal sería buscar la dignificación de los pueblos indígenas, Itzep estima que las acciones que está emprendiendo el gobierno no se reflejarán en beneficios para la población.

“El Estado solo muestra un desprecio a la vitalidad y dignidad de los pueblos, y un sector empresarial que solo muestra una visión mercantilista; esa es nuestra realidad”, señaló el congresista, quien recordó que la dignificación es importante, pero al parecer no se le presta atención. Muestra de ello son las iniciativas de ley pendientes de aprobar argumenta.

“Tenemos –vigente- la Ley contra la Discriminación Racial y la –iniciativa de- ley de lugares sagrados”, resaltó. De manera que no ve con buenos ojos la actividad ya que es evidente que solo se beneficiará al sector empresarial, apuntó.

Pop anunció que los pueblos indígenas realizarán su propia celebración; aparentemente una actividad que no tiene nada que ver con artistas internacionales: “Vamos a celebrar como un ejercicio importante de transmisión calendárica, tenemos planes de varias ceremonias, de encuentro sobre el futuro de nuestro calendario porque en eso, desafortunadamente, el Estado no interviene ni apoya”.

Más que conciertos, los representantes de las juventudes mayas piden mejorar las condiciones de los pueblos indígenas, quienes suman el 60 por ciento de la población según el informe de Desarrollo Humano.

Ese documento refiere que el 73 por ciento de los indígenas son pobres y el 26 por ciento son extremadamente pobres. De manera que sugieren que los esfuerzos en el marco del Oxlajuj Baktun se encaminen a mejorar las condiciones de vida de esa población.