La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice comienza hoy en Israel su gira por Oriente Medio para buscar el apoyo de los países árabes a la nueva estrategia estadounidense en Irak, pero sin un plan preciso para reactivar las negociaciones de paz israelo-palestinas.
De entrada, Rice ha tratado de reducir las expectativas de esta visita en lo que concierne a ese proceso de paz. En el avión que la conducía a Tel Aviv, la jefa de la diplomacia estadounidense afirmó que quería sobre todo escuchar a sus interlocutores.
«No vengo con una proposición, con un plan», declaró a los periodistas que la acompañan en su periplo.
«Leí mucho, cuando era universitaria, sobre los esfuerzos que se hicieron en el pasado para tratar de hacer progresar la cuestión israelo-palestina y (…) si no se prepara muy bien el terreno, no se logrará el éxito», explicó Rice, ex profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Stanford, California.
«Y yo creo que ningún plan debe ser ’fabricado en Estados Unidos’», añadió. «Hay demasiados actores importantes implicados y todo progreso en la cuestión israelo-palestina requerirá de todas las partes», precisó.
Rice, que desde hace varias semanas habla de «aperturas» en Oriente Medio, señaló que deseaba ver «cómo se puede acelerar la Hoja de Ruta», el plan internacional que prevé la creación de un Estado palestino.
Pero al ser interrogada sobre la manera de poner en marcha este plan, Rice se mostró vaga, limitándose a recordar la necesidad de que los palestinos reconozcan el derecho a la existencia de Israel, en alusión al rechazo del movimiento islamista Hamas de reconocer al Estado hebreo.
En un comunicado, el Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica), que dirige el gobierno palestino, criticó el viaje de Rice, afirmando que ella «sólo contribuirá a crear divisiones y disensiones en la región».
El movimiento islamista puso en guardia contra «los intentos estadounidenses y de ciertas partes a presionar (…) a los palestinos a hacer concesiones fundamentales».
Estados Unidos y la Unión Europea boicotean política y financieramente al gobierno de Hamas, un movimiento que consideran «terrorista».
Rice se declaró además a favor de un gobierno palestino de unión nacional. Las discusiones sobre esta cuestión no tuvieron éxito después de meses de negociaciones entre el Hamas y el Fatah, el movimiento del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Los enfrentamientos entre los dos movimientos causaron unos 30 muertos desde el anuncio, a mediados de diciembre, de elecciones anticipadas efectuado por Abbas con el objetivo de salir de la crisis, calificado de «golpe de Estado» por Hamas.
Israel espera la llegada de Rice hoy al mediodía. Por la tarde, la secretaria de Estado se entrevistará con los ministros de Defensa, Amir Peretz, de Asuntos Estratégicos, Avigdor Lieberman, y de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.
Lieberman está encargado de la cuestión de la amenaza nuclear iraní.
La actuación de Irán, que Estados Unidos acusa de tratar de desestabilizar a Irak, también podría ser abordada por Rice, que la semana próxima visitará Egipto, Arabia Saudita y Kuwait.
El domingo viajará a Ramala (Cisjordania), donde se encontrará con Mahmud Abbas, al que el presidente George W. Bush quiere ayudar económicamente para que entrene y equipe a sus fuerzas de seguridad.
El Gobierno de Estados Unidos pidió ayer al Congreso 86 millones de dólares para este proyecto.
Por su parte, Abbas se encontraba hoy en Ammán, donde estaba previsto un encuentro con el rey Abdalá II, según informó su oficina.
El lunes, Rice mantendrá una reunión en Jerusalén con el primer ministro israelí, Ehud Olmert.
A finales de noviembre, Rice se entrevistó por separado con Abbas y Olmert después del anuncio del frágil alto el fuego entre Israel y los palestinos en la franja de Gaza, generando la esperanza de que se reactivase el proceso de paz que condujo a la primera reunión Olmert-Abbas el 23 de diciembre en Jerusalén.