Sin estrellas


Resignación. Valentino Rossi, favorito del MotoGP, debió ceder su puesto de campeón a Nicky Hayden.

Con excepción del suizo Roger Federer, dominador en tenis, el año 2006 fue esquivo en el resto de los deportes a las grandes estrellas, dejando sin corona mundial a Brasil en fútbol o Estados Unidos en baloncesto o a los pilotos Michael Schumacher y Valentino Rossi.


El mejor ejemplo de la falta de respeto a la jerarquí­a fue el Mundial de fútbol, donde se impuso una selección italiana que todaví­a se despertaba del escándalo, destapado semanas antes, de los partidos arreglados en la Serie A, lo que condujo al descenso del Juventus a Segunda división.

Pero Italia, basada en su fútbol defensivo y resultadista, se llevó el Mundial, ganando a Alemania en semifinales y a Francia en la final.

Brasil, que era el gran favorito para sumar su sexta corona, fue derrotado en cuartos de final por Francia, por 1-0, con gol de Thierry Henry.

Francia, que pasó a ser la favorita tras la eliminación de Brasil, al haber dejado antes fuera a España y a Portugal, pasó a ser la favorita, y mucha gente soñó con una despedida dorada de Zinedine Zidane, uno de los mejores futbolistas de los últimos años.

Pero todo se torció con una cabezazo de Zidane al defensa italiano Marco Materazzi en la prolongación. El francés fue expulsado, hipotecando la suerte de su equipo en los últimos minutos y en los penales, donde se acabaron imponiendo los «azzurri».

Hasta con Zidane el año fue esquivo con las estrellas, ya que el francés puso un triste final a su espléndida carrera siendo expulsado por un feo gesto en su partido de despedida del fútbol.

En baloncesto, el enésimo Dream Team estadounidense, con jugadores como Carmelo Anthony, Lebron James y Dwayne Wade, viajó al Mundial de Japón con la intención de ganar el tí­tulo.

Pero a pesar de que tuvo una buena actuación en la fase de grupos, acabó cayendo de forma sorprendente por Grecia (101-95) en semifinales.

Los helenos, envalentonados tras su triunfo sobre los norteamericanos, parecí­an favoritos en la final contra España, teniendo en cuenta que éstos no podí­an contar con su estrella Pau Gasol, lesionado en un dedo del pie en semifinales contra Argentina.

Pero España se sobrepuso y derrotó a los griegos de paliza (70-47), logrando su primer gran tí­tulo de una generación dorada, con José Manuel Calderón, Jorge Garbajosa, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y el propio Pau Gasol.

En Fórmula 1, mucha gente soñaba con un octavo tí­tulo del alemán Michael Schumacher en el año de su despedida, pero el germano acabó cediendo el tí­tulo por segundo año consecutivo al español Fernando Alosno, su sucesor en el mundo del automovilismo.

Alonso tuvo un gran inicio de temporada con su Renault, pero Schumacher fue limando diferencias con su Ferrari en la segunda parte del año, con lo que a falta de dos carreras estaban empatados en puntos.

Pero en la penúltima prueba, en Japón, Schumacher abandonó y Alonso ganó. En la última carrera, en Brasil, el español se aseguró la corona siendo segundo, mientras que el germano terminaba cuarto.

En la prueba de MotoGP de motociclismo pasó algo parecido. El estadounidense Nicky Hayden, con Honda, dominó casi toda la temporada y Valentino Rossi se fue recuperando junto a su Yamaha con el discurrir de las carreras.

Rossi llegó con ventaja a la última carrera en Valencia, pero tuvo la mala suerte de caerse y aunque se levantó y acabó la prueba en decimotercera posición, Hayden, que fue tercero en Valencia, acabó llevándose la corona.

En tenis, en cambio, no hubo color, Federer se llevó tres Gran Slam y el Masters de Shanghai y sólo el español Rafael Nadal le hizo algo de sombra, ganando en la temporada de polvo de ladrillo y llevándose el tí­tulo de Roland Garros, donde derrotó en la final al suizo.

Pero el gran perdedor del año fue sin duda el ciclismo, con la red de dopaje sanguí­neo descubierta en España, en una actuación policial a gran escala que se llamó Operación Puerto. Las investigaciones tiraron de la madeja y muchos grandes nombres se vieron implicados.

El alemán Jan Ulrich y el italiano Iván Basso, otros de los favoritos sin corona de este año, eran los grandes aspirantes a suceder el retirado Lance Armstrong en el escalón máximo del Tour de Francia, pero sus nombres se vieron involucrados en la Operación Puerto y no pudieron participar en la ronda gala.

Con un Tour descafeinado, el estadounidense Floyd Landis se llevó el triunfo final, aunque un test antidopaje demostró que habí­a tomado sustancias prohibidas, por lo que será desposeí­do del primer puesto, que deberí­a ir a las manos del segundo clasificado, el español Oscar Pereiro.

Aparte del Mundial de fútbol, la otra gran cita deportiva del año fueron los Juegos Olí­mpicos de Invierno en Turí­n, en la que Alemania fue la gran vencedora en el medallero, con 29 preseas, aunque deslumbró más Austria con su dominio en esquí­ alpino.

Los austrí­acos ganaron cuatro medallas de oro en la especialidad reina del esquí­ gracias a Benjamin Raich (eslalom y gran slalom) y Michaela Dorfmeister (descenso y supergigante).

Los Juegos Olí­mpicos de Invierno, en febrero, fueron el aperitivo de un año que iba a ser esquivo a los í­dolos.