Sin dinero para agricultura


Unos trabajadores transportan sacos de arroz en una estación de Costa de Marfil. La agricultura ha enfrentado problemas en estos dí­as por el alza de los precios.

¿Debe Europa transferir sus subsidios agrí­colas no utilizados a los paí­ses pobres para ayudarlos a superar la crisis alimentaria mundial? La idea avanzada por Bruselas es recibida más bien con frialdad por los Estados de la UE, que temen crear un precedente.


«Soy favorable a la idea de ayudar a los paí­ses en desarrollo a construir una capacidad de producción agrí­cola, pero no estoy seguro de que el mejor medio de hacerlo sea utilizando el dinero de los gastos agrí­colas» europeos, indicó ayer el ministro esloveno de Agricultura, Iztok Jarc, cuyo paí­s preside la Unión Europea (UE).

«No se puede alimentar el planeta con la Polí­tica Agrí­cola Común (PAC)», consideró igualmente ante los periodistas el ministro austrí­aco, Josef Prí¶ll, al margen de una reunión con sus colegas europeos en Maribor, Eslovenia.

Su colega holandesa, Gerda Verburg, habló de «una idea simpática pero que, me temo, no funcionará» a largo plazo.

En su opinión, más que con ayudas financieras a corto plazo, hay que ayudar a los paí­ses pobres con inversiones de fondo para que reconstruyan su capacidad agrí­cola y mejoren su productividad, a fin de resolver sus problemas alimenticios.

Francia, principal beneficiaria de la PAC y primera potencia agrí­cola europea, comparte este argumento.

«Puede ser una solución de emergencia (…) pero no es una solución duradera», dijo el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier.

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ha propuesto la utilización de los fondos no utilizados de la PAC para ayudar a los paí­ses pobres desestabilizados por el alza del precio de los alimentos.

«Hay que ver en qué medida podemos transferir dinero de la agricultura europea hacia los paí­ses menos desarrollados para la compra de semillas o de abono» o para financiar programas de microcrédito, declaró el domingo, en una conferencia de prensa en Eslovenia.

«Hay que mostrar que tenemos la voluntad de ayudar a estos paí­ses», agregó.

A raí­z de la escalada de los precios de los productos agrí­colas en el mundo, la UE tiene menos necesidad de subsidiar a sus campesinos para garantizar tarifas mí­nimas o ayudarlos a exportar, lo cual resulta en superávits presupuestarios en relación a lo previsto.

Bruselas espera hacer propuestas concretas al respecto en las próximas semanas, a partir de superávits presupuestarios esperados para los años 2008 y 2009. Según una fuente europea, «hablamos aquí­ de varios cientos de millones de euros».

Aunque no lo dicen abiertamente, la mayorí­a de los gobiernos europeos tienen reservas porque no quieren crear un precedente.

Ya el año pasado, la UE resolvió los problemas de financiamiento del emblemático sistema europeo de navegación satelital Galileo, rival del GPS estadounidense, al utilizar para ello unos 1.600 millones de euros de fondos no utilizados de la PAC, lo cual generó fricciones.

La existencia de estos superávits, en el nuevo contexto de la escalada de los precios, podrí­a dar argumentos a los adversarios de la PAC, empezando por los británicos, que reclaman regularmente la baja o la supresión de los subsidios agrí­colas europeos, en un momento en que Europa se halla bajo presión sobre el tema en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los defensores de la PAC argumentan no sólo que los subsidios serí­an mejor utilizados en otras áreas sino que además impiden a los paí­ses pobres desarrollar su propia agricultura.