No soy economista, por supuesto, y miro las cosas bajo una óptica empírica, pero ante el anuncio de que se está por suprimir las monedas de un centavo, pienso si eso va a resultar en detrimento de lo que monetariamente es el quetzal, puesto que el centavo es su unidad por estar compuesto de cien centavos.
Estas fichitas ya «apestan» para muchos que no quieren ni verlas, y así las dejan del lado de afuera de las ventanillas de los bancos, las tiran a media calle o a la basura. ¡Imagínense! Claro, con un centavo no se compra nada por la devaluación de nuestra moneda y por el encarecimiento de los productos. Pero a la vez pienso ¿Qué va a pesar con los recién estrenados billetes de esa denominación, con esas monedas de «a paloma» antes no las había.
Los centavos están presentes en toda transacción comercial, sea grande o pequeña. Se deberá terminar con eso de 9.99, porque si habiéndolos no lo dan de vuelto, peor. Hay vueltos de uno a cinco centavos; en facturas se les consigna, por ejemplo: en las de energía eléctrica, consumo de agua, de teléfono. Cuando la cuenta llega a cinco no hay preocupación porque está la monedita de este valor, pero si ésta también desaparece ¿Qué se hará?
Las moneditas de este valor vienen desde el siglo antepasado, su valor era de tres pesos plata, con las mismas características, igual sucede con las de a diez centavos, que eran seis pesos, pero tiene que poner su monolito en remojo. Las de medio centavo se acabaron porque ya no hay algo que valga eso, y porque las reunían para venderlas por su precio en metal. Otras monedas que desaparecieron son las de a dos centavos, que muy pocos las recordarán,) Yo las recojo cuando las veo tiradas por la calle, las depositó en una cajita de metal redonda, en donde venía la película en blanco y negro de cien pies y que costaba seis quetzales, donde Biener, pues cuando esa cajita está llena son cinco quetzales, las llevo a un Supermercado en donde las cuentan para ver si están cabales y me dan un billete de a cinco quetzales que se queda allí mismo al pagar en la caja. Si quienes las tiran hicieran lo mismo, tendrían sus cinco quetzales.
Las monedas que ya no conocí, porque no llego a tanto, son las de un cuartillo, meco les decían, Eran plateadas, igual que las de un real, con eso se compraba bastante. Ahora sólo se ven en pulseras o en collares, muy de vez en cuando.
De manera que en mi tontera, como dicen las gentes, creo que hay que darle vueltas al asunto antes de tomar una determinación en ese sentido, a más que las de a cinco centavos son de «abolengo», y para algo les ha de servir.
GOTITA: Entre los jugadores gringos que vinieron, al menos yo, no vi ni a un canchito.