Sin castigos ejemplares, las mujeres seguirán siendo ví­ctimas ¡Jueces, Magistrados hagan valer la ley!


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Mientras la Corte de Constitucionalidad y los jueces de Guatemala no hagan respetar la ley y sancionen a aquellos que la violen, las mujeres y niños guatemaltecos seguirán siendo ví­ctimas de abusos. Los padres y familia de Cristina han tenido la persistencia y compromiso de buscar que se castigue a los culpables del desaparecimiento de Cristina y sus dos hijos.

Alfonso Carrillo M.
alfonso.carrillo@meimportaguate.org

 


Los padres de Cristina están siguiendo el proceso tortuoso de impulsar la investigación en el Ministerio Público y de convencer a jueces de que se debe actuar.  Hay que comprender que lo valioso de su persistencia es que están haciendo que el sistema poco a poco provoque algunos castigos o sanciones.  Sólo los investigadores del Ministerio Público y los jueces que han tenido que resolver las peticiones de aquellos, sabrán lo que hasta ahora se ha descubierto.  Dichas autoridades, ante las evidencias han considerado pertinente el embargo de cuentas, embargo de bienes, la detención de la exmagistrada De León de Barreda, así­ como de algunos familiares y amigos de Roberto Barreda.  Esas son consecuencias y sanciones.

No es de los ciudadanos decidir sobre la inocencia o no de otras personas, pero sí­ es de los ciudadanos observar que ha habido consecuencias a la exmagistrada De León de Barreda y otras personas involucradas. 

Como ciudadanos estamos viviendo la experiencia de que se sancione y castigue a personas vinculadas en un proceso, eso es muy inusual en este paí­s y debiera ser lo ordinario. Debemos aplaudir que se esté imponiendo sanciones porque eso ejemplifica y da lecciones a la ciudadaní­a de qué le puede suceder si tienen similar comportamiento. 

En la medida que existan consecuencias en los juicios y los ciudadanos comprendamos que la ley debe respetarse y si no se hace, habrá jueces que nos castigarán.  La única manera en que nazca el Estado de Derecho, es pasar de una cultura de impunidad a una cultura donde hay castigos.

Algunos critican el caso de Cristina Siekavizza y piensan que se le ha dado atención distinta.  Los que critican no comprenden que es responsabilidad de cada ciudadano ejercitar sus derechos y hacer valerlos conforme lo previsto en la ley, especialmente en la Constitución.  La cultura de criticar a la ligera sin saber es de guatemaltecos también.  Pocos padres tienen el coraje de pelear y batallar en las cortes, enfrentar amenazas, sobrepasar la frustración y seguir peleando, con coraje, con la frente en alto.  Eso deberí­a hacer todo padre o madre cuyo hijo o hija ha desaparecido o asesinado.  Eso harí­a la gran diferencia de cómo estarí­amos hoy.

Hace algunos años, la mamá de la joven Karen Fleischmann que fue asesinada en Vista Hermosa batalló por años hasta lograr que condenaran a los responsables de la muerte de su hija.

La similitud del caso Siekavizza y el de la joven Fleischmann, es la persistencia de sus familias en buscar el castigo a los culpables.

Como en todas partes del mundo siempre hay unos buenos y otros no tan comprometidos en las oficinas públicas. En paí­ses más desarrollados normalmente las instituciones de justicia son más efectivas. 

Los Siekavizza a fuerza de persistencia están logrando lo que ni la CICIG ha logrado en algunos casos. 

Es admirable el amor de padres y de abuelos que los está moviendo a desafiar un sistema de Justicia que tiene más de 95 % de impunidad. 

Eso demuestra como demostró Castresana que el sistema puede funcionar. Requiere compromiso de los guatemaltecos, requiere que le exijamos a nuestros jueces y fiscales, requiere que la población exija sanción para los funcionarios corruptos así­ como para los que no hacen su trabajo.

ínimo para los Siekavizza y para todos aquellos que están dispuestos a pasar por la tortura de hacer comprender a los funcionarios de las instituciones  de justicia que en sus manos está el destino del paí­s.

Hoy ni siquiera la Corte de Constitucionalidad protege la Constitución de manera consistente y férrea. Algunos de sus magistrados a veces creen que su responsabilidad es hacer polí­tica.  Por hacer polí­tica han dado lugar y espacio a actos que desafí­an el Estado de Derecho y a veces la Corte de Constitucionalidad permite por “razones polí­ticas” que la misma Constitución sea violada.

Eso ha permitido que exista tanta impunidad y que aún el caso Siekavizza que ha tenido el compromiso de su familia tenga tantas dificultades para ser resuelto. Jueces, Magistrados, las mujeres son ví­ctimas de su falta de compromiso de hacer valer la ley e impartir justicia.