En carpas, o a la intemperie, sobre “colchones” de esponjas se veía en la fotografía de PL. a los adultos mayores. Otro grupo pernocta ya desde hace 21 días frente a la entrada del Ministerio de Salud. Su situación es verdaderamente patética, lamentable.
Pero no se queda allí. Hace unos días los adultos mayores que fueron traídos en autobuses, cual paquetes, para inspirar lástima y misericordia, también estuvieron amarrados a la puerta de la emergencia de maternidad del Hospital Roosevelt, impidiendo el ingreso de ambulancias con mujeres a punto de dar luz a una nueva vida. Sin contar, quizás de parte de los organizadores de este lamentable espectáculo las molestias que esos lazos que atravesaban sus cuerpos pudieran causar, mientras ellos se dedicaban a vociferar en contra del Ministro de Salud y del Gobierno.
Qué nobleza de corazón tuvieron los organizadores de los asilos que conmovidos por la situación de los adultos mayores decidieron fundar albergues para ayudarles a vivir los últimos días de manera decorosa y no en la calle abandonados por sus familiares, pese a que la Ley de Protección para las personas de la tercera edad en el capítulo 3 artículo 9 dice:
que es obligación de los parientes asistir y proteger al anciano.
Pero que ahora los utilicen de esa manera parece muy maquiavélico, más cuando se conoce que estos sitios están tutelados por un excandidato presidencial perdedor.
Los guatemaltecos empezamos a cansarnos de las manifestaciones y los bloqueos de calles y avenidas, que nos atrasan en nuestras gestiones y a sentirnos cada vez más deshumanizados ante las necesidades de los demás; el primer día oí decir “pobres ancianos”, ahora solo escucho expresiones en contra de los bloqueos y de asumir acciones de hecho en contra de quien impide su movilización.
En todo caso el presidente Pérez Molina ofreció absorber los hogares para que puedan seguir operando sin violar la ley que prohíbe el uso de ONG y que el Ministerio de Desarrollo Social les dé atención y no que el Ministerio de Salud desembolse 18 millones sin auditoría.
La propuesta fue lanzada. Si el verdadero interés es el bienestar de los adultos mayores deberá ser aceptada, de lo contrario sabremos que hay algo más allá.
Gobernar un país como el nuestro, seguro no es nada fácil, con sus múltiples problemas sobre problemas, pero si todos colaboramos, si verdaderamente cambiamos para cambiar lo que no nos gusta, Guatemala y nosotros seremos mejores. Adelante, Presidente. Orden y respeto es lo que necesitamos. Y bienvenido Ricardo Arjona.