Sin acuerdo polí­tico


Durante la reunión de la mesa para la negociación, campesinos salvadoreños aprovecharon la ocasión para protestar en contra de los aranceles de ciertos productos agrí­colas para entrar al bloque europeo.

Los paí­ses centroamericanos y la Unión Europea (UE) concluyeron ayer la III ronda de negociación del Acuerdo de Asociación con el avance en la revisión de las ofertas de acceso a mercados, aunque no resolvieron asuntos «importantes» del capí­tulo polí­tico.


«Ha sido una ronda donde hemos discutido más a profundidad los textos, también hemos discutido contraofertas (de acceso a mercados) y en ese sentido estamos avanzando y seguimos con nuestras esperanzas de cerrar este acuerdo en el primer semestre del próximo año», aseguró la ministra salvadoreña de Economí­a, Yolanda Mayora, cuyo paí­s posee la vocerí­a rotativa regional.

Desde el pasado lunes, técnicos de los equipos negociadores de las naciones centroamericanas y los europeos mantuvieron su tercera ronda de negociación en un hotel de San Salvador.

En la actual ronda negociadora, la UE y el Istmo comenzaron a discutir las ofertas de acceso a mercados y, posterior a conocerlas, y a trabajar en la elaboración de contrapropuestas ya que Centroamérica quiere mejorar el acceso de su producción al mercado comunitario, debido a que en la oferta inicial europea muchos de los productos de su interés no fueron considerados.

Por su parte el jefe negociador de la Unión Europea para la parte comercial del acuerdo de asociación Rupert Schlegelmilch, consideró que al final de la ronda de negociación se ha logrado avanzar en la identificación de los aspectos «que se deben mejorar en las ofertas», aunque en algunos temas, que no precisó, aún «no se logra definir cómo negociar de región a región».

Ambas partes pretenden aprovechar la cumbre presidencial de América Latina y el Caribe con la Unión Europea a efectuarse en Lima, Perú el próximo 16 de mayo, para sentarse a revisar aspectos de la negociación de acuerdo de asociación, en especial las contraofertas de acceso a mercado.

No obstante, el jefe negociador de Costa Rica, Roberto Echandi, consideró que es «probable» que las contraofertas de productos no estén listas para cuando llegue la fecha de la cumbre presidencial en Perú.

En todo caso, las contraofertas serí­an conocidas y discutidas en la IV ronda de negociación que se prevé efectuarse en Bruselas, Bélgica, a partir del 14 de julio próximo.

En esa nueva ronda los centroamericanos confí­an en avanzar en la discusión no solamente en el pilar comercial del acuerdo de asociación, sino también en la definición de textos en los pilares de cooperación y polí­tico, en donde temas como el de la exigencia de la UE porque todos los paí­ses centroamericanos esten adheridos a la Corte Penal Internacional (CPI) deben ir definiéndose.

Nicaragua ha sido uno de los principales objetores de los requisitos que exige Europa en materia de terrorismo, derechos humanos, en particular la adhesión a la Corte Penal Internacional (CPI) de todos los paí­ses de la región, y el imperio de la ley ya que a su juicio suponen «injerencias» en los asuntos internos de los paí­ses y son «inquisitorias e incluso punitivas».

Para el vicecanciller nicaragí¼ense, Manuel Coronel, nadie puede estar en contra de esos conceptos, pero otra cosa es que se pretenda imponer la manera de hacerlo.

En Centroamérica solo Honduras y Costa Rica se han adherido al Estatuto de Roma que da pie a la creación de la CPI, no así­ Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

Más diplomático, el vicecanciller salvadoreño y vocero regional, Eduardo Cálix, aseguró que «hay que seguir en la discusión, hay que seguir apelando a un entendimiento en ese tema (CPI) y seguir avanzando en la negociación».