El «tren de la amistad» entre India y Pakistán, objeto de un atentado ayer por la noche que causó al menos 66 muertos, es desde hace 30 años el símbolo de la frágil paz existente entre los dos rivales del sur de Asia.
El tren comenzó a funcionar el 22 de julio de 1976, uniendo la estación de Attari, en la ciudad india de Amritsar (Estado de Pendjab, a pocos kilómetros de la frontera paquistaní), con Lahore, al este de Pakistán.
En enero de 2004, el recorrido del tren se prolongó hasta Nueva Delhi, pero los pasajeros provenientes de la capital federal india deben bajarse en Attari y tomar otro tren para llegar hasta Lahore.
Es la primera vez que el «tren de la amistad» es objeto de un atentado, un ataque contra el proceso de paz entre los dos rivales del sur asiático, según estimó la India.
India y Pakistán se turnan cada seis meses la explotación de la vía férrea entre Amritsar y Lahore. Actualmente, son vagones del ferrocarril paquistaní los que están siendo utilizados. En mayo, India tomará el relevo.
El servicio ferroviario ha sido suspendido en numerosas ocasiones durante los últimos veinte años debido a las tensiones entre los dos países vecinos.
La línea se interrumpió en 1984 tras una sublevación armada en Pendjab. A principios de 2002, India decidió suspenderla debido a un atentado contra su Parlamento el 13 de diciembre de 2001, un ataque que Nueva Delhi imputó a militantes islamistas presuntamente apoyados por Pakistán.
La línea fue restablecida en enero de 2004. Los dos trenes que circulan semanalmente transportan cada uno cerca de 1.000 pasajeros. India y Pakistán están igualmente unidos por carretera y de forma aérea.
El presidente de Pakistán Pervez Musharraf dijo hoy que el «horrendo» atentado contra un tren indio no detendrá el proceso de paz de ambos países.
Al menos 66 personas murieron en un atentado con bomba cometido la noche del domingo al lunes en un tren que une la India y Pakistán, un ataque contra el proceso de paz entre los dos rivales del sur asiático, según un nuevo balance oficial.