La oposición kirguis movilizó el viernes en Bishkek a miles de manifestantes, por segundo día consecutivo, para exigir la renuncia del presidente Kurmanbek Bakiev, quien acusó a sus opositores de preparar un golpe de Estado en esta ex república soviética de Asia Central.
Unos 2.500 partidarios de la oposición se reunieron en viernes en la mañana frente de la sede de la presidencia, uniéndose a los 600 manifestantes que habían pasado la noche allí al llamado del movimiento «Por las reformas», después de una primera jornada de protestas el jueves que reunió a 10.000 personas.
Bajo una importante vigilancia policial, más de 500 manifestantes se dirigieron detrás del diputado Omurbek Tekebayev hacia la televisión estatal, donde los jefes opositores fueron admitidos.
«Continuaremos nuestra acción hasta que Bakiev dimita», dijo el diputado, anunciando una gran manifestación para el lunes, día en que el presidente prometió presentar al Parlamento el proyecto de Constitución, limitando sus poderes, reclamado por la oposición.
El presidente Bakiev y su primer ministro Felix Kulov, del que los manifestantes reclaman la dimisión, acusaron a los jefes de la oposición de preparar la ocupación de edificios públicos y de la sede de la televisión estatal.
Varios cientos de policías seguían desplegados en inmediaciones de la presidencia y del parlamento. Los comercios del centro de la ciudad permanecían cerrados.
El presidente difundió en el Parlamento y en presencia de los periodistas, grabaciones presentadas como las conversaciones de los jefes del movimiento «Por las reformas».
«Vinimos para manifestar de manera civilizada y pacífica, no tenemos proyecto de ocupación de la Casa Blanca y de otros edificios públicos», asguró ante los manifestantes el portavoz de «Por las Reformas», Edil Baissalov.
El diputado Tekebayev «confirmó en parte» las grabaciones, pero aseguró que habían sido «modificadas».
La oposición reclama entre otras reformas, prometidas por el presidente Kurmanbek Bakiev cuando fue elegido en julio de 2005, un cambio de la Constitución que permita limitar sus poderes.
Finalmente, el texto sobre el que la oposición y la presidencia se habían puesto de acuerdo el martes no fue presentado el jueves al Parlamento por el presidente, quien prometió hacerlo el lunes próximo, provocando el llamado de la oposición a ocupar día y noche la plaza central de Bishkek.
Kirguizistán no consigue estabilizarse desde una «revolución» en marzo de 2005 que sacó del poder al presidente Askar Akayev y llevó a la presidencia a Kurmambek Bakiev.