El transporte de petróleo por el segundo oleoducto más importante de Colombia completó el martes tres días suspendido a raíz de un ataque rebelde mientras las autoridades aseguraron que se reanudó el suministro de agua a una localidad que se vio afectada por el derrame petrolero.
La oficina de prensa de la estatal Ecopetrol indicó que sigue paralizado el bombeo por el oleoducto Caño Limón-Coveñas, que se extiende 780 kilómetros y lleva unos 80 mil barriles de crudo cada día desde campos petroleros en el departamento de Arauca, en el noreste del país en la frontera con Venezuela, hasta el puerto de Coveñas, sobre la costa del Caribe, en el norte del país.
Un ataque con explosivos se produjo el sábado por la tarde en un tramo del oleoducto en un sector del municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá, que es vecino a Arauca.
Ni Ecopetrol ni el Ministerio de Minas han dicho cuánto petróleo se derramó exactamente en el ataque al tubo y que las autoridades han atribuido a las FARC.
Las autoridades de Arauca aseguraron que la mancha de crudo contaminó por lo menos dos ríos que alimentan los acueductos de esa localidad y por lo cual quedaron sin el líquido desde la noche del domingo y hasta la mañana del lunes.
La paralización del suministro de agua dejó sin el líquido a los 120 mil habitantes de la ciudad de Arauca, capital del departamento del mismo nombre, así como unos 30 mil en la localidad vecina de Arauquita.
«Ya se hicieron las pruebas (al agua) y los reanudamos» el suministro, dijo en la jornada en diálogo telefónico Luis Emilio Tovar, alcalde de Arauca, al destacar que la localidad viene siendo objeto de cada vez más frecuentes ataques por parte de grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los ataques de grupos armados ilegales a la red de oleoductos colombianos han aumentado en los últimos dos años al pasar de 31 ataques en el 2010 a 84 en el 2011, según datos del Ministerio de la defensa.
Sólo de enero a junio del 2012 se han reportado 67 ataques, de acuerdo con el despacho de Defensa.
La red de transporte colombiana es de alrededor de 9 mil kilómetros entre oleoductos y poliductos, de acuerdo con Ecopetrol, propietaria del tubo Caño Limón-Coveñas, el segundo más grande del país después del Oleoducto Central (Ocensa), de 837 kilómetros de longitud.
La estadounidense Occidental es la que extrae el crudo del campo Caño Limón, que alimenta la tubería.