La ofensiva de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) continuaba hoy en el Norte Kivu (este) contra las tropas insurgentes que oponen una fuerte resistencia en Mushake, punto estratégico del rebelde Laurent Nkunda.
«Reiniciamos los enfrentamientos temprano esta mañana (martes). El objetivo es tomar Mushake, que es una posición estratégica para los insurgentes», declaró a la AFP el coronel Jonas Padiri, cuyos hombres realizan la ofensiva lanzada el lunes contra los soldados insurgentes que se unieron al general destituido Laurent Nkunda.
El lunes, las FARDC tomaron de nuevo el control de varias localidades alrededor de Sake, 30 km al noroeste de la capital provincial Goma.
Los combates causaron «cuatro muertos y veinte heridos» en las filas del ejército regular, indicó el martes a la AFP el general Vainqueur Mayala, comandante de las FARDC en Nord-Kivu, precisando que no dispone de balance insurgente.
«Las operaciones continúan. Las cosas van bien», añadió.
El lunes después de intensos combates con arma pesada, las tropas leales progresaron unos 10 km al norte y noroeste de Sake, pero no lograron tomar Mushake, según la Misión de la ONU en RDC (Monuc).
El poblado de Mushake, situado en una colina a 10 km al oeste de Sake, en territorio de Masisi, está en manos de los insurgentes desde el inicio de los enfrentamientos en Norte Kivu, hace tres meses.
Esta posición rebelde es un punto estratégico que el ejército regular quiere tomar para limpiar el flanco oeste antes de continuar su ofensiva rumbo al norte, hacia los bastiones de Nkunda, Kirolirwe y Kitchanga.
«Continúan atacándonos. Los combates son violentos. Pero no nos desalojarán», afirmó el martes a la AFP el coronel disidente Esaie Munyakazi, desde Mushake.
Por su lado, el portavoz militar de la Monuc en Nord-Kivu confirmó que los insurgentes oponían «una fuerte resistencia» en Mushake y probablemente fueron reforzados.
El domingo los insurgentes tomaron Kikuku y Nyanzale (entre 100 y 130 km al noroeste de Goma), en territorio de Rutshuru, causando el desplazamiento de más de 40.000 civiles.
La situación era de «calma» el martes en Rutshuru. Los insurgentes siguen en posesión de Nyanzale y Kikuku, donde se apoderaron de 6 toneladas de municiones y varios vehículos, según fuentes militares congolesas.
Desde fines de agosto, en el Norte Kivu hay enfrentamientos entre las FARDC, que reunieron unos 20.000 hombres, y unos 4.000 soldados insurgentes que se unieron a Nkunda.
Tutsi congolés, Nkunda se considera defensor de su comunidad contra los rebeldes hutus ruandeses instalados en el este del país y rechaza categóricamente deponer las armas, pese a las llamadas repetidas de Kinshasa, de la Monuc y de intensas presiones diplomáticas, en especial estadounidenses.
El Norte Kivu tiene unos 800.000 desplazados de guerra, de los cuales la mitad huyeron de combates y ataques de diferentes grupos armados en el último año.