Un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida de guatemaltecos y guatemaltecas, crecimiento económico con equidad social, transformación de los métodos de producción y patrones de consumo en que se sustenta el equilibrio ecológico, respetar la diversidad étnica y cultural regional, así como la convivencia pacífica y en armonía con la naturaleza, sin comprometer y garantizando la calidad de vida de las generaciones futuras, son los planteamientos esenciales del desarrollo sustentable.
«Aquel que no pone en riesgo las necesidades de las generaciones futuras para satisfacer las del presente» es una de las definiciones de desarrollo sustentable. Al igual que otras, ha generado amplia polémica; sin embargo, deben destacarse coincidencias -el eje del debate gira en torno a transformar los actuales vínculos de la sociedad con la naturaleza- cuando su análisis parte de la necesidad de lograr una mejor calidad cuidando los ecosistemas y su relación con la perspectiva de la técnica económica, la integración social, educativa y cultural, entre otros. Su implicación inmediata se refiera a reflexionar acerca del presente y el futuro.
El desarrollo sustentable se encuentra inmerso en el criterio de anular la violencia para impulsar la democracia y el fortalecimiento de los derechos humanos. Asimismo, es parte de una alianza de sectores sociales para impulsar políticas, programas y acciones a corto, mediano y largo plazo, con el objetivo de delinear un esquema de desarrollo ampliando las oportunidades de los seres humanos con relación a su libertad económica, política, social, y cultural, con actitudes colectivas hacia la sustentabilidad política, económica, social, cultural y requiere consolidar una política de protección a los recursos naturales y al ambiente. El objetivo es contribuir a mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres sin deteriorar ni agotar los ecosistemas. El compromiso público supone impulsar esa política con la convicción de lograr la sustentabilidad.
En el impulso del desarrollo humano debe analizarse la problemática del poder local y regional, así como su ejercicio en diversas situaciones socioeconómicas, con especial énfasis en salud, cultura y conservación del ambiente. De igual manera, deben evaluarse las acciones institucionales de diferente nivel, en especial aquellas destinadas a enfrentar los procesos de empobrecimiento de la población rural.
También es conveniente ubicar tecnologías apropiadas para responder a las necesidades sociales, con el fin de preservar el uso sostenido de los recursos naturales con base en el actual conocimiento. Además, deben estimularse el conocimiento tecnológico en la solución de problemas sociales, básicamente en alimentación, salud, vivienda, higiene, comunicaciones, procesos productivos agropecuarios, y otros recursos que mejoren la calidad de vida de las poblaciones. Dedicarle atención al desarrollo sustentable significa promover alternativas viables para modelos de producción que mejoren las condiciones de existencia de las comunidades agrarias tradicionales y no tradicionales. En la elaboración de proyectos productivos sustentables, debe buscarse resolver los problemas concretos de las comunidades, con su participación directa, para lograr su real inserción en el mercado.
Un proyecto de desarrollo sustentable debe generar las condiciones teóricas y prácticas para estimular la participación comunitaria en la solución de sus problemas esenciales, estudiando las culturas tradicionales y sus formas de interacción con otras culturas en el ámbito local y nacional. También deben identificarse las formas históricas de apropiación de los recursos y su explotación, la generación de conflictos locales y formas de violencia social. Y no olvidar que vivir en armonía con la naturaleza implica democratizar la vida social. La sustentabilidad en el desarrollo se refiere a lograr cambios en las condiciones de pobreza y pobreza extrema, eliminación de desigualdades y discriminación. Son factores inmersos en la base de la crisis ambiental.