Siekavizza: “La justicia en Guatemala saca cero; se burlan de nosotros”


Cristina-fotomontaje

A un año de la desaparición de Cristina Siekavizza, el esclarecimiento del caso es un reto para el sistema de justicia, el motivo de una intensa lucha para sus padres y la causa que han impulsado sus amigos a promover, a nivel nacional, el activismo contra la violencia de género.

JODY GARCÍA
jgarcia@lahora.com.gt

Se trata de más de 700 diligencias realizadas en un año para cumplir con los objetivos: encontrar el cuerpo de Cristina y dar con el paradero de sus hijos, María Mercedes, de 4 años y Roberto, de 8, quienes desaparecieron el 3 de agosto de 2011 junto a su padre Roberto Barreda, quien es el principal sospechoso en la trama.

El proceso penal ya fue conocido por dos jueces y ahora se encuentra en manos de uno más. La primera jueza que conoció el caso fue Verónica Galicia, el segundo Walter Villatoro, y el nuevo designado es el juez Óscar Sagastume, titular del juzgado Tercero del Ramo Penal, de quien se supo, ya estudia el expediente, que cuenta con 6 mil 296 folios distribuidos en 18 piezas.

Sin embargo, este caso está paralizado desde hace tres meses por dos amparos interpuestos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ); ambos presentados por la defensa técnica de Beatriz Ofelia de León quien fuera presidenta del Organismo Judicial y madre de Barreda-, que busca la reforma del auto de procesamiento para recuperar su libertad condicional, pues se le acusa de obstrucción de la justicia.

De acuerdo con Juan Luis Siekavizza, padre de Cristina, el propósito de las acciones de la defensa es provocar un retardo malicioso en las investigaciones, pues el impasse impide que se obtengan las autorizaciones judiciales para poder proceder con las diligencias que permitan llevar el caso a otro nivel.

Sin embargo, Siekavizza dice que se mantiene vigilante al trabajo realizado por Canastuj y la nueva Fiscalía: “Personalmente creo que el Ministerio Público está trabajando arduamente. Ponen todo su empeño en resolver el caso. Yo los he visto trabajar; inician desde la madrugada hasta altas horas de la noche, con unas condiciones de clima terribles para hacer la búsqueda del cuerpo de mi hija, pero el problema es que ellos comenzaron con el caso mucho más tarde que el primer grupo, y esa es una desventaja”.

Además de las más de 700 diligencias que la Fiscalía ha ejecutado, Siekavizza considera que algunas otras pesquisas podían efectuarse, pero aún no se han ejecutado. “No se ha investigado la parte de medios económicos. Cualquier persona que se fuga del país tiene que tener un medio de sustento, hay que seguir esa pista, dar seguimiento”, consideró.

Con estos datos y respecto al lento avance del este proceso, el padre de Cristina dijo sentir que la justicia en el país es casi una burla. “Si justicia significa que se documente un crimen, que se capture al responsable, que se lleve a un juicio y se castigue lo que hizo, la justicia en Guatemala saca cero; se burlan de nosotros”.

“Si el Estado no cumple con la obligación de proteger a menores, habiéndoseles avisado, que existía la amenaza que saliera del país -Roberto Barreda-, que existía la posibilidad de que secuestraran a los niños y el Estado no lo hizo, nos damos cuenta de que es un estado grave de injusticia”, señaló.

Pese a lo conocido de este caso, la desaparición y posible asesinato de una mujer de 33 años, y el desconocimiento del paradero de dos menores, Siekavizza dijo que está consciente que así como éste, hay miles de casos aún sin resolver.  “Tal vez por testarudos y porque hacemos bulla, el caso se ha vuelto emblemático, pero hay cualquier cantidad de mujeres y niños que publican los periódicos, que dicen que murieron en condiciones de violencia, y el Estado no hizo nada para resolverlos casos”, opinó.

RECUERDOS DENTRO DE CASA

“Mi hija era alguien muy especial. Siempre estaba muy pendiente de todos, no solo de la familia, también de sus amigos y todos los que la rodeaban. Puede observar la cantidad de personas que se han sumado al clamor de justicia en su caso; es cierto lo que dicen, lo que cultives cosecharás”.

Son las palabras de Angelis Molina de Siekavizza, madre de Cristina, quien en estas fechas también recuerda con profunda tristeza a sus nietos María Mercedes y especialmente a Roberto José, quién ayer cumplió 8 años.

Juan Luis Siekavizza cuenta que hace un año toda su familia, junto a Roberto Barreda, se reunió para celebrar el cumpleaños de su nieto; el día fue muy alegre y transcurrió de manera normal, sin embargo, la fiesta que antes incluía globos, obsequios y pastel, hoy es sustituida por una misa especial para pedir por la vida de sus nietos.

“Son muchos recuerdos, es una vida entera imposible de resumir. Lo que puedo describir es la falta que nos hacen mis nietos y mi hija”, expresa.

Angelis agrega: “Estas fechas son muy especiales; el cumpleaños de mi nieto, un día antes de ese terrible hecho. No podremos celebrar con él, tampoco pudimos celebrar en octubre el cumpleaños de mi nieta; siempre fuimos una familia muy unida y ahora no los tenemos con nosotros, pero tenemos la esperanza de que volveremos a estar juntos”, concluyó apesarada.

Con esta tragedia, la rutina familiar de los Siekavizza Molina se ha trasformado. De acuerdo con el padre de familia, “nunca en mi vida había estado más de diez días fuera de mi oficina, pero con la desaparición de Cristina estuve más de dos meses sin poder trabajar, desde entonces tengo otros diez meses en que trabajo algunas tardes nada más; eso significa un cambio terrible”, lamentó.

LA CULTURA DEL SILENCIO

María Fernanda Gallegos comentó que durante el tiempo de estudios diversificados convivió con Cristina; luego de eso, sus vidas tomaron rumbos distintos y  nunca más la volvió a ver.

“Durante ese tiempo representábamos al equipo deportivo del colegio; ella por natación y yo por atletismo. Fue una gran amiga, muy ordenada, planificadora, excelente alumna, abanderada, solidaria, sonriente, una líder nata”.

Uno de los recuerdos que más presentes tiene Gallegos, y considera muy simbólico, es que  cuando se encontraban en el último año de la carrera, para graduarse tenían que realizar un seminario, y que el tema que escogieron para investigar fue la cultura de silencio.

“Fue muy impresionante recordar que 16 años después, vivimos exactamente el mismo problema que habíamos identificado en 1995: la dificultad para romper con la cultura del silencio, el miedo y la indiferencia, una sociedad que no se atreve a denunciar, aterrada por la indiferencia”, reflexiona.

Ahora Gallegos es directora del grupo Voces Por Cristina y fue la promotora de la causa que según indica, inició como un movimiento solidario de compañeros de colegio y se convirtió en un movimiento de país, “donde gente que ni siquiera conoció a Cristina, está involucrada en cuerpo, alma y corazón”.

Un año después de anunciada la desaparición, la activista indica que más de 20 mil personas siguen la causa a través de las redes sociales. “A pesar de que el caso en sí no ha demostrado avances, es motivador que con esta historia, muchas personas hayan detenido la violencia intrafamiliar en la que vivían, pues aparte del tráfico de influencias, el mayor obstáculo es la indiferencia ante estas situaciones, tenemos que dar el ejemplo para poder exigir y la única forma es la participación ciudadana”, dijo.

Además, refirió que “es admirable como un país se une a una causa y como cuando una voz se alza, se logran encender más voces”. Gallegos concluyó diciendo que un dilema encierra al movimiento: “Lo que nos frustra y nos inspira al mismo tiempo es que hay que romper esa cultura del miedo y del silencio, porque la mayoría de gente se bloquea de la realidad por miedo a involucrarse”.

FIN DE SEMANA CONMEMORATIVO

Voces por Cristina, Fundación Sobrevivientes y la familia Siekavizza Molina, realizarán durante este fin de semana, una serie de actividades con motivo del aniversario de la desaparición de Cristina.

Hoy se oficiará una misa en la Catedral Metropolitana al  mediodía. A partir de las 17:30 horas se iniciara una vigilia en el monumento  de El Obelisco.
 
Para la próxima semana se preparan colocando listones negros y rosados, para llenar la ciudad en señal de luto.

Los teléfonos para ofrecer información sobre el caso son: 2330-4222, 5304-1613, 4216-2106 y 5922-0901.

“Tal vez por testarudos y porque hacemos bulla, el caso se ha vuelto emblemático, pero hay cualquier cantidad de mujeres y niños que publican los periódicos, que dicen que murieron en condiciones de violencia, y el Estado no hizo nada para resolver los casos”.
Juan Luis Siekavizza