Un número cercano a los 40 millones de personas sufren de sida en el mundo, y son casi tres millones las muertes provocadas por la enfermedad en el presente año, según el último informe hecho público por la ONU la semana pasada en relación a la pandemia.
La jornada mundial contra el sida se celebra el viernes 1 de diciembre.
A nivel mundial son 39,5 millones de personas las infectadas con el virus VIH. De éstos, 37,2 millones son adultos entre 15 y 49 años y 2,3 niños de menos de 15 años.
Por otra parte 17,7 de los contaminados en el mundo son mujeres.
En relación a las regiones con el mayor número de enfermos, ífrica subsahariana es la zona más afectada, con unos 24,7 millones de infectados.
Le siguen Asia del sur y Asia suroriental (7,8 millones), Latinoamérica y el Caribe (con 1,7 millones), Europa oriental y Asia central (1,7 millones), América del Norte (1,4 millones).
En relación a los 4,3 millones de nuevos casos registrados en el año 2006 – 3,8 millones de adultos y 530 mil niños – el número está en relación directa con el de la cifra total de contaminados.
Así se puede constatar que es en ífrica subsahariana donde se produjo este año el mayor número de nuevos casos (2,8 millones).
En las otras regiones del mundo con mayor número de enfermos de sida, los nuevos casos más numerosos se registraron sobre todo en Asia del sur y suroriental (860 mil), en Europa oriental y Asia central (270 mil), América Latina (140 mil).
Por otra parte, un total de 2,9 millones de personas han muerto de sida en el presente año, de las cuales 2,6 millones son adultos y 380 mil son niños.
Los mayores número de decesos se produjeron en ífrica subsahariana (2,1 millones), Asia del sur y del sureste (590 mil), Europa oriental y Asia central (84 mil) y Latinoamérica (65 mil)
América Latina ha sumado unas 140 mil nuevas infecciones por el VIH y 65 mil muertes por sida en 2006.
Dos tercios de los 1,7 millones de seropositivos diagnosticados en América Latina viven en los cuatro países más grandes: Argentina, Brasil, Colombia y México. Sin embargo, la prevalencia estimada del VIH es máxima en los países más pequeños de América Central.
Un cuarto de siglo después de la aparición del sida, la pandemia continúa progresando a un ritmo de 11 mil nuevos contagios por día y cerca de tres millones de muertos al año.
La jornada mundial del sida, prevista para este viernes 1 de diciembre, está esencialmente destinada a llamar la atención sobre la magnitud que aún tiene la enfermedad y a multiplicar los esfuerzos para tratar de detener su progresión.
Actualmente hay en el mundo alrededor de 39,5 millones de seropositivos o enfermos de sida, de los cuales aproximadamente 25 millones se encuentran en el ífrica negra, según estimaciones publicadas la semana pasada por la agencia ONUSIDA.
El sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que ya ha matado a más de 25 millones de seres humanos desde su detección el año 1981, sigue causando estragos, especialmente en el ífrica subsahariana donde las mujeres pagan un tributo desmesurado por la pandemia.
Otras víctimas a menudo olvidadas son los niños, con más de 2,3 millones de casos, casi todos en los países pobres. Cada minuto, un niño de menos de 15 años se infecta del virus. La epidemia causa la muerte de 500 mil menores por año, es decir un niño cada minuto.
Millones de ellos también se convierten en huérfanos por el sida, que provoca más de 8.000 decesos al día.
«Stop sida. Mantengamos nuestra promesa»: la consigna llama a los dirigentes a hacer prueba de mayor responsabilidad con respecto a sus compromisos.
El objetivo fijado en 2003 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de tratar a 3 millones de enfermos en los países pobres, de aquí a finales de 2005, para hacerles salir del «pasillo de la muerte», no se ha alcanzado a pesar de algunos progresos.
En los países con bajos ingresos, el número de personas que se benefician de terapia antirretroviral pasaron de 240 mil, el año 2001, a 1,3 millones en 2005, lejos del objetivo, ya de por si desfasado respecto a las necesidades: más de 6 millones de enfermos necesitan una triterapia de urgencia para sobrevivir.
A pesar de ello, una vez dado el impulso, el avance se confirma: 1,6 millones de enfermos de países pobres seguían esta terapia en junio pasado, entre ellos aproximadamente un millón en el ífrica subsahariana, «o sea, dos veces más que en diciembre de 2003», destaca Onusida.
Pero «un 75% de personas que lo necesitan no pueden acceder al tratamiento, sobre todo en el ífrica subsahariana y Asia», advierte la doctora Laura Ciaffi, de Médicos Sin Fronteras (MSF).
«El 3 by 5 fue un fracaso, aunque también dio fuelle», considera Ciaffi, para quien permitió «una mayor disponibilidad de fondos» y la puesta en práctica por parte de la OMS de un protocolo simplificado, que facilita «el acceso a la cura en simples dispensarios».
«La respuesta mundial contra el sida se halla en un momento clave», subraya Onusida. Si «no se intensifica de manera significativa, los países más tocados no conseguirán» reducir la pobreza, el hambre y la mortalidad infantil como se comprometieron el año 2000 con las Naciones Unidas, alerta la agencia en su último informe.
La idea, lanzada en junio pasado durante una conferencia de la ONU de un acceso universal del tratamiento para el año 2010, parece imposible, según Chris Collins, representante del ITPC (International Treatment Preparedness Coalition), un grupo de militantes de 125 países.
«Al ritmo actual, el mundo perderá el objetivo de acceso universal para esa fecha», declaró ayer Collins, quien además estimó que, el año 2010, habrá 5 millones de enfermos, sobre los 9,8 que lo necesitarán, que seguirán estando fuera del tratamiento.