Si vota, regala 2 dólares a un partido corrupto


Eduardo_Villatoro

Mis contados lectores posiblemente recordarán que el jueves anterior publiqué un artí­culo acerca de las causas que provocan el abstencionismo en los procesos electorales, basándome en parte en un libro que, al respecto, publicaron los sociólogos Edelberto Torres Rivas y Horacio Boneo, además de agregar otros factores propios de la actual campaña polí­tica.

Eduardo Villatoro

 


Por lo reducido de mi espacio sólo daré cabida resumidamente a pocas acotaciones publicadas en el portal de La Hora de quienes opinan en torno al fenómeno del abstencionismo y a un correo que recibí­ en mi buzón electrónico.
   Comenzaré con el parecer de la periodista Blanca Rosa González, quien afirma que los ciudadanos que no votan es porque “Cada cuatro años nos dan un poco menos de lo mismo, es decir, que cada vez hay más candidatos, pero todos cortados con la misma tijera. Ofertas y compromisos que saben que jamás van a cumplir, mientras engañan al votante”.
   Puntualiza con una razón contundente para abstenerse de sufragar, arguyendo que debe anularse el voto, “para no regalarle 2 dólares a determinado partido polí­tico” corrupto y para demostrar que “nuestra opinión cuenta, en el sentido de que ninguno de los candidatos convence, desde los genocidas hasta los narcos, farsantes y oligarcas”,  asevera lapidariamente.
   El problema del abstencionismo “es que los guatemaltecos ya estamos cansados de las mismas falsas promesas de los candidatos cada cuatro años”, asevera Laura Mejí­a, quien añade que “Sandra Torres ejerció y ejerce una labor social”, y por eso  â€œhay gente que sigue confiando en ella”.
   El lector Carlos René Baeza estima que “mientras no cambien las actuales estructuras del Estado, el abstencionismo se incrementará, pues los partiduchos (sic) son producto del sistema oligárquico que los obliga a seguir defendiendo los intereses de su clase, y en tanto que en otros paí­ses están superando su subdesarrollo económico, polí­tico y social, aquí­ vamos para atrás. Los planes de gobierno son PP –Pura Paja, aclara–, y por eso no convencen para arrancarle (sic) el voto a los ciudadanos”.
   Por su parte, Eliseo Divas, aunque escéptico, confí­a en que “la gente venga a votar, (pero) razonando su voto y no sólo por el impulso de no hacerlo. Mientras los candidatos no expongan realidades, y no fallidas promesas, puede que las cosas cambien; de lo contrario, seguiremos cometiendo los mismos errores”.
   El poeta í‰lder Exvedi Morales afirma que “La frustración es muy evidente, y por eso es que en algunas regiones del paí­s todo aquel que se dedica a la polí­tica partidista es señalado de ladrón”.
   Gilberto Ramí­rez Bermúdez me escribió para subrayar que “Hasta la izquierda oficial se ha contaminado de la corrupción y de la presencia de dinosaurios que son funcionarios del actual Gobierno”.
   (El vagabundo Romualdo Tishudo deambula por un cementerio pueblerino y en la tumba de un diputado que en tres perí­odos nunca presentó una iniciativa de ley y en las sesiones del Congreso sólo alzaba la mano, lee en su lápida este epitafio: –Aquí­ sigue descansado el huevonazo y ladronote lí­der local).