Hoy publica Siglo Veintiuno que el ex comandante guerrillero Pablo Monsanto sostiene en un escrito que divulga por Internet que los medios de comunicación escrita están comprometidos en acciones para crear un ambiente propicio para generar un golpe de Estado. Agrega el matutino que Monsanto es asesor del Gobierno y que como tal devenga la cantidad de 20 mil quetzales al mes, lo que permite inferir que su opinión es reflejo de lo que se sostiene en el Gobierno y que de manera menos categórica se trató de decir en aquellos comunicados de prensa del régimen y del partido oficial.
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Yo creo que en las condiciones actuales, con los niveles de escuchas telefónicas y de inteligencia que se vienen manejando desde algunas esferas del Gobierno, sería sumamente sencillo proceder legalmente contra quienes están metidos en una conspiración como la que señala el guerrillero Monsanto, quien dicho sea de paso trató varias veces de obtener un espacio como columnista de La Hora y ello no fue posible precisamente por los antecedentes autoritarios y reñidos con la democracia que demostró, no sólo durante la lucha armada, sino todavía en el esfuerzo que hicieron por convertir en partido político a la URNG. No deja de ser un chiste que sea un ex comandante guerrillero quien venga a acusar a sectores de la sociedad, entre los que puntualmente señala a la prensa escrita, de estar propiciando el ambiente para provocar un golpe de Estado. Pero si algo hemos visto desde hace muchos años es que los patos le tiran a las escopetas dado el absoluto trastoque de los valores y principios. Precisamente los medios de comunicación han sido puntales en la construcción de lo que quiso ser una auténtica democracia en Guatemala y en el caso concreto de La Hora la razón de ser de este medio ha sido, históricamente y a lo largo de 90 años, luchar por la democracia y contra toda forma de autoritarismo, venga de donde venga. Pero es en verdad una cantaleta premeditada esa de querer arrinconar a los medios de comunicación en un mismo costal que reúne a todas las posibles fuerzas antidemocráticas del país. En lo que a La Hora se refiere nosotros rechazamos esa intención porque nuestra historia avala una vocación democrática que no está para ser puesta en tela de juicio por un guerrillero que tanto como combatiente como en su función político-legal, demostró su inclinación al autoritarismo más absoluto. Y eso no es que lo diga yo, sino que es algo que todos los que tuvieron participación en la URNG, militar y como partido político, dicen de manera clara y categórica. Repito que hoy en día es muy fácil probar si alguien anda conspirando. No sólo Quintanilla tenía aparatos para escuchar conversaciones ajenas y tampoco las del Ministerio Público son las únicas que funcionan. En tal sentido, si tienen la menor evidencia de una conspiración, sería bueno que procedieran, legalmente, para que dejen de estar jocoteando con esa torpe cantaleta que no tiene más finalidad que la de atacar a los medios que cuestionan la política oficial. Hay que reconocer que el señor Monsanto por lo menos no es de esos asesores que cobran jugoso salario sin desquitarlo, porque está demostrando con sus escritos en Internet que es agradecido y que cumple a cabalidad la función encomendada. Lástima que no tenga las credenciales democráticas para convertirse en adalid de la institucionalidad democrática del país y que sea uno de los que menos boca tienen para hablar de ese tema y menos para tirar pedradas teniendo tan enorme tejado de vidrio.