Si bien no todas las catástrofes causadas por las fuerzas de la naturaleza se pueden prevenir, si se puede hacer algo para mitigar las ocasionadas por las lluvias que es lo que más frecuentemente ocurre, pero es más difícil con las de arena y ceniza volcánica y los terremotos, aunque sí se pueden disminuir los riesgos.
Estos dos grandes fenómenos naturales originan el colapso de los sistemas de agua potable, sistema eléctrico, drenajes, puentes, carreteras, la producción agrícola, y en fin una serie de bienes y servicios que necesita la población para su sobrevivencia.
Yo he insistido no una vez, sino ciento de veces que una causa que es la corresponsable de todas las desgracias que vivimos es el incremento poblacional, del que no decimos mucho, pero nos cabe el deshonor de ser líderes mundiales en esa materia, pese a que la televisión es un elemento común en la mayoría de hogares. Es tanta la población que las personas en su afán de tener techo propio se ven obligados a construir en lo que se ve que ha sido, en algún momento de la historia, cauces de ríos y de la noche a la mañana no sólo pierden sus viviendas sino que sus vidas.
Hay muchas, pero muchas ventajas de tener ese incremento poblacional, pero que desafortunadamente no se verán en los cuatro años que dura un gobierno, sino que se irán viendo conforme transcurren los años, tal que en el primero se verá que no es necesario construir mas salas de maternidad pues habrá menos nacimientos, menos hospitales pues habrán menos enfermos, menos escuelas de párvulos y terminó su mandato el siguiente gobierno, el tercero tendrá que construir menos escuelas primarias, y llega el cuarto gobierno, menos escuelas de educación media, etc. habiendo menos gastos en esos renglones, habrá mas dinero para una infraestructura apropiada, mejores servicios sociales, mejores servicios de seguridad, y en fin, todo mejor.
También hay casos de que los ríos no solo buscan sus cauces antiguos, sino que inundan miles de manzanas que antes no tenían población, pero que ahora están densamente pobladas también como consecuencia de ese fenómeno poblacional. Aquí se ve claramente que tenemos que atacar dos problemas, uno el de detener ese acelerado incremento poblacional y el otro es el de construir represas para controlar el flujo de agua río abajo, pero que también podemos usar estas represas para producir electricidad.
Ya que hablamos de electricidad, tenemos un sistema eléctrico colapsable, pues un árbol nos deja sin ese precioso bien, cuando es obligación del INDE crear un sistema a prueba de fallas, pero desafortunadamente sus recursos los utiliza para dar un subsidio con fines populistas. En fin esto es un tema con muchas aristas y todas conducen a que tomar las medidas adecuadas hace perder caudal político, por lo que nadie se atreverá a resolverlo. Y seguiremos tratando de reconstruir lo destruido.