Shery: Cada canción es un pedazo de mí­


Shery lanzó su primera producción discográfica, llamada

Una nueva estrella está iluminando el firmamento musical de Guatemala. Shery, recientemente, lanzó su primer disco, llamado «El amor es un fantasma», de donde se desprenden 13 sencillos, los cuales han estado sonando en las principales estaciones de radio del paí­s.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

Este disco tuvo un proceso de producción de dos años. «Básicamente, habla de amor», comenta Shery, quien asegura que desde niña le gustó escribir poemas. «Al revisar mis cuadernos de niña, me di cuenta que me gustó siempre hacer poemas y melodí­as».

Este disco es autobiográfico. El proceso de creación fue a través de inspirarse de sus estados de ánimo. «Fue un encuentro con mi yo interno, en soledad», refiere la cantautora, quien comenta que el proceso de escribir canciones, para ella, nunca ha sido forzado. Mientras realiza tareas mecánicas, como conducir el automóvil, se le pueden venir las ideas para una nueva canción, y con ayuda de la grabadora de su celular, deja constancia de lo que le ocurre en su mente y su corazón.

Actualmente, se encuentra en plena promoción de su disco, a través del impulso en la radio, por Internet (tiene un sitio, en donde puede conocerse más sobre ella: www.shery.net), y por conciertos.

En mente tiene proyectado grabar un disco en italiano, pues desde niña fue alimentada con canciones en ese idioma, por lo que causó una profunda huella que le ha marcado su carrera.

Este sábado 22 de diciembre, en el Foro del Mundo E (kilómetro 16.5 carretera a El Salvador), a las 19:00 horas, ofrecerá un concierto gratuito, con el cual desea agradecer a todo su público el apoyo demostrado durante todo este año.

Trayectoria

El camino de Shery, como artista, inició desde muy pequeña, como un pasatiempo que incluí­a cantar y bailar junto a los discos de la abundante colección de sus padres, aprenderse todas las canciones de la radio y hacerlas suyas, jugando a hacer coreografí­as con sus hermanos, imaginando orquestas con objetos de la cocina y, según recuerda, «con todo lo que pudiera sonar».

Su primer encuentro formal con un escenario ocurrió para un Festival OTI de la Canción, donde aún siendo una niña, disimulando edad con su estatura, se coló como corista.

Posteriormente, la música la llevó a cantar una temporada con la banda de Bob Porter, más una breve estadí­a en el Conservatorio Nacional de Música, donde se inclinó por el contrabajo.

Probablemente, hubiera continuado con su vida normal, de no haber sido porque el destino la hizo fijarse en el 2003 en una nota del periódico que anunciaba un casting para participar en el World Championship of the Performing Arts, a celebrarse en Los íngeles, California.

Salir seleccionada en el casting, hizo que se decidiera a recibir clases formales de canto, que empezó a cursar con Luis Galich y Angélica Rosa.

Por la misma época, se matriculó en el «Taller de la Canción», donde estudió composición con í“scar Conde y Ranferí­ Aguilar, ex integrantes de Alux Nahual.

De regreso de California, donde ganó una medalla por su canción «El amor es un fantasma», Shery ha continuado perfeccionando su técnica vocal con José Luis Pacheco.

De ahí­ en adelante, la historia aún se está escribiendo. Shery recién se inicia como una de las favoritas del público guatemalteco, quien la está impulsando para tener una larga trayectoria de la mano del cariño de sus aficionados.