Shaquille O’Neal, uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos y ganador de cuatro títulos de la NBA, anunció ayer por Twitter que se retirará después de una carrera de 19 años.
BOSTON / Agencia AP
O’Neal tuvo más de 28.000 puntos y casi cuatro millones de seguidores en Twitter. Participó en seis finales de la NBA, tres veces como el Jugador Más Valioso, y en siete largometrajes, en dos ocasiones en un papel protagónico.
Quince veces integrante del Juego de Estrellas, cuatro veces campeón de la liga y el Jugador Más Valioso de la NBA en el 2000, el basquetbolista de 39 años hizo su anuncio tras pasar la mayor parte de su 19na temporada en la banca de los Celtics de Boston, vestido de civil debido a lesiones en sus piernas.
Junto con un tuit que envió poco antes de las 2:45 p.m. del Este en Estados Unidos, en el que decía «me estoy retirando», O’Neal agregó un vínculo a un video de 16 segundos de él donde afirmaba: «Lo hicimos; 19 años, nena. Muchas gracias. Es por ello que te lo estoy diciendo a ti primero: estoy a punto de retirarme. Te amo. Hablaré pronto contigo».
O’Neal, un bromista empedernido que se inventó uno o varios apodos nuevos en cada una de las seis ciudades en las que jugó, no le anunció sus planes a los Celtics. El gigante sólo disputó 37 partidos esta campaña, la primera de un contrato por dos años con Boston, y apenas vio acción brevemente en tres ocasiones desde el 1 de febrero.
«Hasta donde yo sé, no nos notificó que se vaya a retirar», dijo el vocero de los Celtics, Jeff Twiss.
Sin cumple con su anuncio, O’Neal se retirará como el quinto mejor anotador en la historia de la liga con 28.596 puntos, 12do con 13.099 rebotes y con un porcentaje de efectividad en canastas de .582 que sólo está detrás del de Artis Gilmore entre jugadores con más de 2.000 encestes. Tiene un porcentaje de .527 en efectividad en tiros libres.
«Es un gigante», dijo el comisionado David Stern el miércoles en Miami, donde se disputa la final de la NBA.
«Es físicamente imponente; tiene una sonrisa imponente. En el juego impuso su voluntad, y lo ha hecho durante bastante tiempo. Ha sido excelente tenerlo aquí, y lo vamos a extrañar mucho. Espero que podamos hallar formas de mantenerlo involucrado en el juego», agregó.
Las contribuciones de O’Neal al básquetbol trascendieron a su presencia en la cancha.
Fue uno de los jugadores más carismáticos en la historia de la NBA, encargado de salvar la franquicia del Magic de Orlando cuando el equipo lo seleccionó con el primer turno en el draft de 1992. O’Neal condujo a Orlando a los playoffs en apenas dos años, y a la final de la NBA en su tercera campaña en la liga, en la que fue barrido por los Rockets de Houston.
«Estoy un poco triste», dijo Pat Riley, presidente del Heat, que también entrenó a O’Neal cuando él ganó un título con Miami, y vio retirarse a Karim Abdul-Jabbar, Patrick Ewing y Alonzo Mourning. «Ha sido un honor haber podido podido participar en entrenar a grandes, grandes jugadores. Y él se irá como uno de los más grandes de la historia».
O’Neal fichó con los Lakers de Los íngeles en 1996 y tuvo sus mejores años allí, ganando tres títulos consecutivos junto con Kobe Bryant y el entrenador Phil Jackson. Sin embargo, su relación con Bryant nunca fue buena y el pívot fue canjeado al Heat de Miami en 2004, justo después de perder la final ante los Pistons de Detroit.
O’Neal ganó su cuarto título de la NBA en Miami, esta vez en dupla con Dwayne Wade, y luego de tres años y medio con el Heat pasó a Phoenix, Cleveland y finalmente Boston.
Sin embargo, no consiguió ganar otro título con Steve Nash y Amare Stoudemire en los Suns, con LeBron James en los Cavaliers ni con Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen en los Celtics.
En cada ciudad se ganó el cariño de los aficionados y sus compañeros con su eterna sonrisa y juguetona personalidad, incluyendo la costumbre de apodarse de manera distinta en cada plantel.