Millones de especies de flora y fauna coexisten en un ecosistema boscoso y húmedo, que abarca más de 600 hectáreas en el exuberante Caribe guatemalteco: más que una reserva natural, el proyecto Setal es un foco de esperanza no solo para animales y plantas en peligro de extinción, sino para comunidades y pueblos enteros, que ven la oportunidad de rescatar la biodiversidad y preservar el entorno ambiental.
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Un proyecto sin precedentes realiza la Compañía Guatemalteca del Níquel (CGN) en el municipio de El Estor, Izabal, donde se ubica la Reserva Natural Privada Setal, una de las más importantes del país por su extensión, y la visión que proyecta a largo plazo.
La iniciativa surgió como parte de la política y el compromiso de la CGN por el respeto, cuidado y protección del medio ambiente; la empresa inició sus trabajos ambientales haciendo un inventario de los recursos naturales existentes en sus propiedades.
Con el acompañamiento de agencias consultoras y la Universidad del Valle de Guatemala se realizaron a partir de 2005 una serie de estudios y monitoreos al medio ambiente que revelaron a la empresa la gran riqueza y potencial ecológico que la rodea.
Así, surgió la idea de crear una reserva natural, para preservar las especies de flora y fauna de diversos ecosistemas tropicales y subtropicales.
DEFENSORES DE LA VIDA
Ximena Leiva, Gerente de Medio Ambiente de la Compañía Guatemalteca del Níquel, refiere que conservar el medio ambiente conlleva, además, proteger de forma permanente la biodiversidad.
Es por eso que se persigue con el proyecto Setal, establecer los procesos ecológicos de la reserva, recuperar las áreas degradadas, promover la investigación científica y la educación ambiental, así como apoyar al fortalecimiento, protección y conservación del refugio de vida silvestre Bocas del Polochic.
Uno de los aspectos que aporta mayor riqueza a la reserva son los humedales, que surgen a partir de su colindancia con el Lago de Izabal y que ofrecen espacios de reproducción a especies animales que se encuentran en vías de extinción.
Entre los millones de especies que se pueden encontrar en el Setal, los monos aulladores, venados, tucanes y el tigrillo destacan, debido a que el número de ejemplares se reduce cada día más.
De igual forma se pueden observar especies únicas de orquídeas y bromelias, de las que no existen en otro lugar.
DESARROLLO
Leiva asegura que además de ser un aporte a la conservación ambiental, el proyecto tiene un impacto profundo en unas 130 comunidades de El Estor, que participan activamente en los programas de conservación de recursos renovables.
Asimismo, se desarrolla el aspecto educativo, a través de la sensibilización social por medio de programas de radio, visitas a la Reserva e información en afiches y otras herramientas de comunicación, que complementan la transversalidad del proyecto, llegando a autoridades de la zona, escuelas y familias del municipio.
La experta sostiene que Setal es un proyecto de largo plazo, con miras a beneficiar a la actual y futura generación, para garantizarles un ambiente natural, sano y respetuoso de la biodiversidad.
El esfuerzo y el trabajo que requiere la conservación del medio ambiente no son fáciles. Pese al interés que existe por parte de la Compañía Guatemalteca del Níquel para preservar las especies de flora y fauna en riesgo de extinción, así como su entorno natural, existen factores que amenazan la vida silvestre.
TALA ILíCITA
La extracción de madera y leña es una actividad que se da dentro de la reserva, a través de la incursión de personas de las comunidades cercanas. Las especies de árboles más aprovechadas son el icaco, santa maría, cuje, amate y sangre de gallo.
INCENDIOS FORESTALES
Los incendios forestales son una amenaza para la reserva, específicamente en los meses de verano (marzo y abril), puesto que en un lugar cercano está el basurero municipal de El Estor, en donde ocasionalmente ocurren incendios provocados por personas de las comunidades cercanas, interesadas en tener un mejor acceso para hacer corte de árboles o establecer siembras.
INVASIONES
Las áreas boscosas que son taladas ilegalmente están propensas a las invasiones de personas de diversas comunidades y de la cabecera municipal del Estor.
Pí‰RDIDA DE HíBITAT
Las poblaciones de mono aullador, junto con otros mamíferos, como el coche de monte, el venado y el cabrito, presentan una mengua de sobrevivencia a medida que su hábitat desaparece. Los corredores y las fuentes de alimento se ven deteriorados o disminuidos a causa de la extracción de madera y leña en la reserva.
CACERíA
Las poblaciones de cocodrilo, iguana, loros y tortugas tienen mayor presión a causa de la cacería que realizan personas extrañas a la reserva. A pesar de que los cazadores se encuentran en áreas cercanas a las instalaciones de la Compañía Guatemalteca del Níquel, donde regularmente hay personal de seguridad, éstos burlan a la misma y aprovechan la noche para realizar dicha actividad.
La conservación ambiental debe estar acompañada de programas de educación, preservación del agua y mejoras en la calidad de vida de la población, según Ximena Leiva, Gerente de Medio Ambiente de la Compañía Guatemalteca del Níquel, quien dio a conocer los detalles sobre la reserva Setal y su impacto en El Estor, Izabal.
– ¿Qué es el proyecto Setal?
– Es una Reserva Natural Privada, llamada Setal, que está ubicada en el municipio de El Estor, Izabal, a unos 4.5 kilómetros de la cabecera municipal. Esta es propiedad de Bocanueva, S.A. y es manejada por Compañía Guatemalteca de Níquel.
– ¿Cuál es el objetivo de contar con una reserva natural?
– El Setal tiene, entre sus principales objetivos, conservar y proteger de forma permanente la biodiversidad y los procesos ecológicos de la reserva, recuperar las áreas degradadas, promover la investigación científica y la educación ambiental, así como apoyar al fortalecimiento, protección y conservación del refugio de vida silvestre en las Bocas del Polochic.
– ¿Qué extensión territorial tiene la reserva?
– Se estiman 617 hectáreas o su equivalente, que serían 6.1 millones de metros cuadrados.
– ¿Qué especies de flora y fauna destacan en la reserva?
– Dentro de la reserva se han observado varias especies de fauna o los rastros de estas; los anfibios son abundantes y se sabe de sapos y ranas; reptiles como el garrobo, iguana y cocodrilos, entre otros. Se estima que hay 40 especies de aves, incluidas algunas como la chachalaca, el pajuil, loros y el tucán, que están en la lista «roja» del Consejo Nacional de íreas Protegidas (Conap). También están protegidos monos aulladores, cabritos, venados y coches de monte.
– ¿Cuentan con registros de especies en alto riesgo de extinción?
– El área de reserva es un hábitat para diversas especies de carnívoros; se ha observado rastros de tigrillo. Pero el límite sur de la reserva colinda con el lago de Izabal y en este ambiente acuático se observa el manatí, nutria y más 27 especies de peces.
– La flora es Una de las mayores riquezas de esa región.
– Las especies de flora son las típicas del área; algunas, como el zapotón, palo de sangre, santa maría, leche verde, pito y las palmas, bromelias y orquídeas son de vital importancia para el ecosistema.
– ¿El Setal cuenta con el aval de una institución estatal?
– La Reserva Natural Privada Setal ya forma parte de la red de áreas protegidas de Guatemala. Fue reconocida como tal, por la resolución 87/2009 del Conap, de fecha 11 de febrero del año 2009. Así mismo, la Reserva es miembro de la Asociación de Reservas Naturales Privadas de Guatemala.
-¿Cuántas personas participan del proyecto y quiénes son?
– La Compañía Guatemalteca de Níquel cuenta con un Departamento de Ambiente, conformado por 10 personas, quienes son los responsables de la implementación y manejo de la Reserva Natural Privada. Dicho equipo de trabajo está formado por biólogos, ingenieros químicos, ingenieros ambientales, técnicos de campo y estudiantes universitarios, que están realizando estudios de tesis en la reserva.
– ¿Cuál es el monto de inversión?
– La compañía invierte más de 50 mil dólares anualmente en su manejo.
– ¿Cómo se beneficia a las comunidades cercanas a la reserva?
– La población de El Estor alcanza ya unos 50 mil habitantes, agrupados en 103 comunidades. El proyecto de la reserva tiene un impacto directo en estas poblaciones, tanto en aspectos ambientales, que incluye no sólo la conservación de la diversidad de la fauna y flora, sino la protección de fuentes de agua, la educación y recreación ambiental; además de promover la recuperación del humedal.
– ¿Cómo se visualiza el proyecto en el largo plazo?
– La visión que se ha establecido para la reserva es preservarla como una zona destinada a la conservación y protección de la diversidad biológica y procesos ecológicos, el manejo sostenible de los recursos naturales, la investigación científica y la educación ambiental para beneficio de las generaciones presentes y futuras de la región.