La Asamblea Nacional Popular (ANP), el parlamento chino, inaugura el jueves en Pekín su sesión plenaria anual en un ambiente político dominado por el temor a las consecuencias económicas y sociales de la crisis.
Unos 3 mil delegados o diputados procedentes de todo el país, protegidos por un fuerte dispositivo de seguridad, se reunirán en el Palacio del Pueblo, en la Plaza Tiananmen, durante unos diez días.
Los dirigentes comunistas están muy preocupados por la fuerte contracción del crecimiento –que pasó de 13% en 2007 a 9% el año pasado– el incremento del desempleo y las manifestaciones de protesta en el país.
El presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao ya manifestaron su temor de que se produzcan estallidos sociales al advertir a la población que 2009 será el año más duro de la década, y que millones de personas se quedarán sin trabajo.
«La estabilidad social será el tema dominante» de la sesión, declaró un diputado que solicitó el anonimato. «Los gastos públicos aumentarán para mantener la estabilidad social», agregó.
Los diputados aprobarán el paquete de leyes más importantes en materia de seguridad social en varias décadas.
La Ley sobre la Seguridad Social promete un acceso universal a la atención médica básica, un seguro para los accidentes laborales, el desempleo y la jubilación, beneficios que millones de chinos perdieron durante 30 años de reformas económicas.
Se espera que la ANP apruebe también una ley sobre la seguridad alimentaria, seis meses después del escándalo de la leche contaminada con melamina.
Como todos los años, también se anunciará el presupuesto militar chino, que seguramente será aumentado otra vez, a pesar de la crisis y de las protestas de Estados Unidos.
El gobierno ya anunció un plan de estímulos económicos de más de 465 mil millones de euros (unos 580 mil millones de dólares) y programas de apoyo a numerosos sectores industriales como el siderúrgico, el textil y el del automovil.
Los diputados aprobarán un proyecto de presupuesto con un déficit sin precedentes de 110 mil millones de euros (aproximadamente 140 mil millones de dólares), según las cifras publicadas por la prensa oficial.
Las autoridades esperan que el plan de recuperación económica tenga un efecto positivo sobre el consumo de los chinos, que se han convertido en campeones mundiales del ahorro para hacer frente a la falta de seguridad social y de jubilación.
De esa forma, el consumo interno paliaría la caída de las exportaciones, que tradicionalmente alimentan al crecimiento, y que ahora están afectadas por la crisis internacional.
El año pasado, la sesión de la ANP tuvo lugar mientras se producían sangrientos motines en Tíbet y las provincias vecinas. Esta nueva sesión se lleva a cabo en un contexto de tensión en esas regiones, al acercarse el 50º aniversario del exilio del Dalai Lama en India.