La desaceleración económica en Estados Unidos afectará en México a los sectores que exportan a ese mercado, pero a diferencia de otras crisis, el país latinoamericano puede afrontar el efecto negativo gracias a los rubros de construcción y servicios, dijeron expertos.
«Es factible que los sectores que están más vinculados a la actividad de consumo en los Estados Unidos, como lo es el automotriz, puedan verse más expuestos a la recesión» de ese país, dijo el director general de Moody»s en México, Alberto Johns.
Pero a diferencia de años anteriores «en los que un porcentaje muy elevado de la actividad en México» estaba dirigida a Estados Unidos, ahora hay cierto crecimiento interno, «principalmente derivado del sector servicios y sobre todo de la actividad de la construcción», agregó.
En efecto, los servicios relacionados con la construcción han generado una dinámica que «mitiga el efecto adverso que la recesión de Estados Unidos pudiera tener en México».
El gobierno mexicano podrá compensar parcialmente los efectos adversos de una recesión si «logra ejecutar oportunamente sus planes de inversión en infraestructura, así como en vivienda», dijo Johns.
En ese sentido el subsecretario de Egresos, Dionicio Pérez Jácome, aseguró ayer en una comparecencia ante legisladores que el gobierno invertirá en infraestructura y desarrollo social.
La inversión destinada a carreteras, caminos rurales, así como a puertos y obras hidráulicas, «nos permitirá mantener la fortaleza del mercado interno ante esta conyuntura desfavorable», apuntó Pérez Jácome.
Sin embargo, José Antonio Cerro, académico de la Universidad Iberoamericana, dijo que el temor a la recesión afectará más a México que a otros países latinoamericanos porque el 40% del Producto Interno Bruto mexicano depende de sus exportaciones a Estados Unidos (85%).
Y a pesar de que el presidente Felipe Calderón ha dicho que México mantiene firmes sus indicadores macroeconómicos para resistir una posible recesión, este mes recomendó a los embajadores mexicanos en el exterior promover la diversificación de las exportaciones a Europa, Asia y América Latina.
Por su parte Carmen Aldivar, analista de Bursamétrica, sostuvo que el menor crecimiento en el sector de la construcción de Estados Unidos perjudicará el envío de remesas a México por parte de los migrantes, lo que representa la segunda entrada de divisas más importante del país, después del petróleo.
Pero Aldivar coincidió en que la economía mexicana tiene «importantes amortiguadores» porque presenta un superávit fiscal y niveles de endeudamiento no elevados.
Advirtió que el Banco de México tiene el reto de controlar la inflación porque las expectativas de 4,05% están por encima de la meta de crecimiento de la economía, previsto por la consultoría entre 2,8% y 3% del PIB.