Las compras de medicamentos por Q2 mil millones, cuyos contratos fueron adjudicados a finales del año pasado, por el gobierno de Álvaro Colom, y que se rescindieron por el ministro de Finanzas, Pavel Centeno, generan controversia debido a la influencia de personas vinculadas con la industria proveedora y los mecanismos que las empresas utilizan para hacerse de nuevos contratos.
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El Estado puede comprar bienes y contratar servicios mediante tres modalidades que son la cotización pública, licitación pública y el contrato abierto.
La primera puede llegar a un monto de compra de hasta Q900 mil; la siguiente, de ese monto en adelante. El contrato abierto es modalidad de compra “pre-arreglada”, es decir, que el gobierno especifica qué quiere comprar.
Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), dijo que, “lo técnico, transparente y económicamente óptimo es el contrato abierto”, pues a través de este “se fija el precio y se identifican los proveedores” y, además, “todas la entidades públicas pueden comprar sin ser suscriptores del contrato”.
Sin embargo, el problema que Barrientos señaló, es que las empresas farmacéuticas se encuentran en “un mercado extremadamente competitivo, el nivel de competitividad es muy agresivo”, en el que pueden usar “cualquier tipo de estrategia” para hacerse de nuevos contratos.
En ese sentido, expresó que esas empresas “usan todos los medios a su disposición”, entre estos, “comprar funcionarios o se van a los tribunales”.
Además, señaló que hay bancadas en el Congreso de la República que responden a los intereses de esas empresas.
Para ese caso, dice que “la experiencia relatada en el libro (Rendición de Cuentas), del exministro Juan Alberto Fuentes, es que una vez aprobados los contratos, un día él citaba un grupo parlamentario, velando por los intereses de unas empresas y, la siguiente semana, otros diputados del otro grupo de farmacéuticas dentro del mercado.”
SESGO EN LOS CONTRATOS
Las especificaciones para las compras del contrato abierto las hacen los funcionarios de las instituciones que desean realizarla.
Para este caso, serían los encargados del Ministerio de Saludo, del IGSS y del Hospital Militar.
Sin embargo, los contratos a veces presentan anomalías cuando se hacen especificaciones, que en ocasiones incluyen hasta cómo los productos deben llevar el empaque o presentación. Y en varios casos, sólo algunas empresas pueden tener.
Sobre la influencia del anterior secretario Privado de la Presidencia, Gustavo Alejos, del gobierno de Colom, en la adjudicación de los contratos el año pasado, Barrientos dijo: “él (Alejos) está directamente vinculado con uno de los principales proveedores de medicamentos”, y, “(aunque) no me consta” según el libro del Fuente, “claramente él ejercía presión”.
SISTEMA DE SALUD ABASTECIDO
El subdirector Técnico de Servicios y Apoyo, Homero Leony, dijo que el sistema de Salud se encuentra abastecido, y aunque no dijo exactamente en qué porcentaje, agregó que la eliminación de los contratos citados, no afectará el nivel actual.
Compras
El ministerio de Salud continúa realizando compras directas y bajo el régimen de excepción y otros procedimientos en el portal de Guatecompras. Combustible, abarrotes, telas varias, cartapacios panorámicos, carnes, tubos plásticos, material quirúrgico y otros elementos hospitalarios figuran entre lo solicitado por medio de estos procedimientos.
Lo más recientemente solicitado en dicho portal fue publicado este día, y entre ello se cuentan medicamentos varios, 12 mil galones de combustible tipo diesel y 3 mil 200 galones de gas propano a granel, además suplementos nutricionales y 2 mil galones de búnker.