Pocos escenarios proponen mejores oportunidades de redención o venganza como el futbol: el último en darse cuenta de ello fue Sergio Ramos, que apenas dos años después de soportar las bromas más crueles tras su penal errado ante el Bayern Múnich se vistió de héroe ante el mismo rival.
El jugador del Real Madrid marcó ayer los dos primeros tantos de la goleada de su equipo por 4-0 en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich, el mismo conjunto ante el que en la misma instancia de 2012 falló el lanzamiento decisivo de la tanda de penales.
Ramos, jugador conocido por un orgullo salpicado con gotas de narcisismo, se situó bajo los focos en la noche alemana de ayer, una actuación que hoy la prensa española calificó como «colosal».
«Fue un coloso en defensa, transmitió una energía contagiosa y lanzó un mensaje clamoroso: el Bayern no tenía posibilidad alguna en ese partido», afirmó hoy el diario «Marca».
Ramos tenía señalado en rojo el partido de Múnich después de lo ocurrido hace dos años: su lanzamiento «a las nubes» no sólo facilitó el pase del Bayern a la final de la Liga de Campeones, sino que provocó un aluvión de chistes humillantes que dieron la vuelta al mundo.
«Cuidado, que el balón todavía no ha caído», fue una de las frases más populares que circularon por las redes sociales.
Pero ninguno le dolió tanto como el que llegó de parte del arquero del Bayern, Manuel Neuer, quien afirmó al diario «Bild»: «No sabía que a Ramos le gusta tirar los penaltis por encima de la portería».
El futbolista del Real Madrid se desquitó ayer celebrando sus goles con esa rabia y señalando con su dedo índice al campo, como diciendo: «Aquí estoy yo».
Tras el encuentro, Neuer se dirigió a Ramos para darle explicaciones sobre lo ocurrido hace dos años y, según confesó el propio defensa, el arquero le comentó que él nunca dijo lo que se publicó. Pero lo cierto es que nunca hubo una aclaración pública de Neuer, y eso le dolió profundamente al jugador blanco.
Ramos salió de Múnich tremendamente fortalecido y en uno de sus mejores momentos de su carrera profesional. Pocos se acuerdan ya del comienzo de temporada, cuando un sector de la crítica -afín a José Mourinho, entrenador de la pasada temporada- se llegó a cuestionar su futuro en el Real Madrid.
De hecho, algunos periodistas insinuaron la posibilidad de una mala relación del futbolista con el presidente del equipo, Florentino Pérez, algo que ambos protagonistas se tomaron con humor.
La actuación del defensor ante el Bayern provocó que su hermano y representante, René Ramos, asegurara a la «Cadena Cope» que próximamente se sentaría con el presidente del club para tratar lo que calificó como «la gran renovación». Es decir, situar al futbolista entre los mejores pagados del multimillonario plantel blanco.
Y tras una exhibición como la de Múnich, pocos se atreverían a negarle una montaña de millones.