La estadounidense Serena Williams ganó su quinto Abierto de Australia de tenis, al derrotar a la belga Justine Henin, en tres sets, por 6-4, 3-6 y 6-2, en la final del certamen, disputada hoy en Melbourne.
Con este triunfo, la norteamericana, número uno del mundo, logra su título número doce del Grand Slam, igualando la marca de su compatriota Billie Jean King, que asistió hoy a la final del torneo australiano.
«Â¡Billie, estamos empate!, exclamó la estadounidense tras haber recibido el trofeo del torneo «grande» de Australia. «Está tan bien lograrlo. Era mi objetivo pero no quería decir que era mi objetivo», agregó la tenista sobre sus doce triunfos en certámenes del Grand Slam.
Serena Williams defendió con éxito su título de campeona en Melbourne, en la que es su primera victoria final en el torneo australiano en año par, pues ya se alzó campeona del Grand Slam de Australia en 2003, 2005, 2007 y 2009.
Williams todavía está a una distancia respetable de los 18 títulos que obtuvieron la checa Martina Navratilova y la estadounidense Chris Evert, de los 19 de la también nacida en Estados Unidos, Hellen Wills Moody, de los 22 de la alemana Steffi Graf y de los 24 de la australiana Margaret Smith Court.
Pero a sus 28 años, Serena Williams confirmó que es la mejor jugadora de la última década frente a Henin, una jugadora europea que llegó a la final del Abierto de Australia tras retomar la competición después de una pausa en su carrera de 18 meses.
«Fueron dos semanas muy emocionantes, nunca pensé que pudiera vivir esto. Quisiera felicitar a Serena, es una gran campeona, bravo por ella. ¡Hasta el año que viene!», manifestó Henin tras su derrota, que puso fin a su sueño de victoria en un Grand Slam tras su reciente regreso al circuito.
Por su parte, la tenista estadounidense salió victoriosa pese a sus dolores, pues llevó vendajes en un muslo, en un gemelo y en la muñeca.
Con estas molestias, la número uno del tenis mundial pareció estar contra las cuerdas cuando Henin se puso con dos bolas de «break» en el tercer set, cuando el marcador apuntaba 2-0 para la belga.
No obstante, la primera manga se resolvió en favor de la estadounidense en 51 minutos, en el que rompió el servicio de su rival en un par de ocasiones, aunque la belga dio señales de mejoría en el segundo set, adjudicándose el servicio de Williams tres veces.
Pero finalmente, Serena, animada por la victoria de ayer en el dobles del Abierto de Australia con su hermana Venus, supo imponerse a las dificultades y revalidó su título de campeona en Melbourne.